baloncesto

Otra derrota sonrojante del Casademont Zaragoza (78-69)

El conjunto aragonés pierde en Gerona ante el penúltimo clasificado y da otro paso en falso en su recorrido hacia la salvación. 

Vila (Básquet Girona) supera al jugador del Casademont Zaragoza Santi Yusta.
Vila (Básquet Girona) supera al jugador del Casademont Zaragoza Santi Yusta.
ACB PHOTO/S. Geronés

Fue otra derrota sonrojante (78-69). El Casademont también perdió en Gerona, después de otra deficiente actuación, ante un rival que acudió al careo como penúltimo clasificado de la Liga Endesa. Al conjunto aragonés, sin embargo, le faltaron fuerza y convicción en una de las pistas más accesibles del campeonato -especialmente con una primera mitad inadmisible-, y agrava aún más su inquietante situación. De momento, sigue siendo un bloque indeciso y timorato, indolente, apático, sin alma, sin apenas recursos en su plantilla; y contabiliza tres únicas victorias en los 12 encuentros disputados, cuando ahora le sobreviene un oponente de altura: se mide la próxima jornada con el Barcelona, en el Palau, en un duelo de muy mal pronóstico para los zaragozanos.

En el primer periodo, el Casademont exhibió una actitud perezosa, muy negativa, que condicionó el posterior desarrollo del duelo. Después se sobrepuso, ya tras el descanso, e incluso se puso por delante a cuatro minutos de la conclusión; pero cedió en los compases finales, víctima de sus precipitaciones y su propia ansiedad, para acabar derrotado con un parcial adverso de 9-0 en los últimos 90 segundo de la contienda. Un nuevo paso en falso en su arduo recorrido hacia la salvación.

Ni siquiera la sobresaliente contribución de Simanic le acercó la victoria. El serbio alcanzó los 26 créditos de valoración, con 17 puntos, 8 rebotes y 2 asistencias en 27 minutos de juego. Del lado aragonés debutó Stefan Jovic, su última adquisición, aunque con las lógicas intermitencias del recién llegado. El base aportó 11 tantos, 5 capturas y 3 pases de canasta; pero se equivocó en sus últimas decisiones, en los instantes más comprometidos del duelo, cuando el equipo más necesitaba de su experiencia y serenidad.

Una vez más, el Casademont inició el choque con dudas, con su silueta desfigurada: erró sus seis primeros ataques -lastrado por un juego lento, plano y previsible-, y además no se empleó atrás con la contundencia y la disciplina que demandaba el partido. Sus desajustes defensivos, muy acentuados, le reportaron numerosos lanzamientos liberados a su rival. A los tres minutos y medio, el Girona ya había edificado una sólida renta en el marcador (9-0) con cinco puntos de Quino Colom, una canasta de Prkacin y una contragolpe culminado por Taylor. El entrenador del cuadro aragonés, Porfirio Fisac, tuvo que detener el encuentro para intentar rectificar la deficiente puesta en escena. Los zaragozanos, de nuevo, tenían que ir a remolque, contracorriente, obligados a un desgaste superior para poder aspirar al triunfo.

El tiempo muerto no modificó el escenario. El equipo local siguió golpeando desde todas las posiciones, favorecido por los grandes desequilibrios del conjunto aragonés. Ni siquiera mejoró el Casademont con las primeras rotaciones. Al contrario, los visitantes sumaban una única canasta en juego a los nueve minutos (18-5), con unos porcentajes sonrojantes: 1 de 8 en los tiros de campo, y 2 de 6 desde la línea de personal. Registros impropios de la Liga Endesa. Simanic -por fin-, desde el triple, aportó algo de oxígeno tras una asistencia de Jessup; pero Quino Colom clausuró el acto inaugural con tres tiros libres (21-8), después de una rigurosa falta de Chris Wright.

Nada cambió tampoco en el segundo cuarto. Aunque el Casademont redujo distancias en los primeros compases, con un parcial de 4-0, su reacción -tímida y fugaz- se quedó en un amago de la nada. Los locales enseguida respondieron con los puntos de Prkacin y Quino Colom, y Fisac tuvo que solicitar un nuevo tiempo muerto al cuarto de hora de partido. Por entonces, el Girona gobernaba el duelo con autoridad (33-18), sin apenas oposición, ante un rival especialmente desacertado en sus acciones de ataque. Jovic, Jessup y Santi Yusta, con tres certeros triples, salieron al rescate del cuadro aragonés justo antes del intermedio (38-27). Al menos, los zaragozanos seguían optando a la victoria después de un primer tiempo terrible, angustioso, muy preocupante por la falta de orden, templanza, concentración, astucia y criterio.

En la reanudación, el Casademont por fin se fortaleció atrás. El Girona permaneció sin anotar los tres primeros minutos del acto, lo que situó a los visitantes a seis puntos de distancia tras las canastas de Radoncic y Santi Yusta (38-31). Apareció entonces Kameron Taylor, un francotirador formidable, para devolver la tranquilidad a los locales con dos lanzamientos desde el perímetro (44-31), ambos ejecutados sin la presencia de un defensor. Después de un intercambio de golpes, y de un concierto de errores e imprecisiones, la reacción de los zaragozanos se produjo desde más allá del arco, con dos triples de Simanic y uno posterior de Santi Yusta. A los 29 minutos, el Casademont había reducido su desventaja a sólo cuatro puntos (48-44); el justo premio a su mejoría en los dos lados de la pista.

El equipo aragonés, cada vez más seguro de sus fuerzas, sorprendió a su rival en los primeros compases del último cuarto. Lo hizo con un parcial de 7-0, después de cinco puntos seguidos de Chris Wright, que igualaron el partido, y un contragolpe de Santi Yusta que puso por delante por primera vez a los zaragozanos (52-54). El Girona tiró de casta y experiencia para voltear nuevamente el marcador. Oriola, con una canasta bajo los aros, y Marc Gasol, con tres tantos, devolvieron la calma a los locales (62-59) a cinco minutos de la conclusión.

En los instantes de fragor, Mekowulu y Jessup sumaron desde el tiro libre, y Jovic tras una recuperación de balón (62-65); mientras el Girona se sostenía por el ingenio y la serenidad de Colom (66-65). Posteriormente, Yusta falló sus dos intentos desde la línea de personal y, además, cometió falta sobre Oriola en la lucha por el rebote (69-66). Después de un triple de Stefan Jovic, el choque llegó igualado a los últimos 90 segundos (69-69). Entonces Colom, desde el perímetro, se inventó un preciso lanzamiento que descompuso a los aragoneses. A partir de ahí, los nervios, las prisas, la anarquía y la ansiedad apartaron al Casademont de la victoria.

Ficha técnica

78 - Bàsquet Girona (21+17+14+26): Colom (19), Taylor (21), Prkacin (8), Vila (-), Gasol (5) -cinco inicial-; Oriola (7), Fjellerup (4), Figueras (2), Hanzlik (6), Miletic (6) y Franch (-).

69 - Casademont Zaragoza (8+19+20+22): Jovic (11), Yusta (13), Sant-Roos (3), Radoncic (3), Hlinason (2) -cinco inicial-; Jessup (7), Simanic (17), Mekowulu (4), Wright (9), Ponitka (-) y Mara (-).

Árbitros: Cortés, Padrós y Merino.

Incidencias: Partido de la duodécima jornada de la Liga Endesa, disputado ante 4.758 aficionados en el Pabellón de Fontajau, en Girona.

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