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"Veinte años después, Zaragoza sigue teniendo baloncesto en la élite"

El Basket Zaragoza cumple dos décadas. Sus fundadores, entre ellos el actual presidente Reynaldo Benito, constituyeron el club un 2 de febrero de 2002.

La plantilla del Basket Zaragoza de la campaña 2012-13 celebra la victoria sobre el Valencia Basket en la semifinal del ‘play off’.
La plantilla del Basket Zaragoza de la campaña 2012-13 celebra la victoria sobre el Valencia Basket en la semifinal del ‘play off’.
K. Forsterling/EFE

Hazañas históricas; jugadores de leyenda; momentos que recordar, y también que olvidar… El Basket Zaragoza cumple 20 años. Dos décadas han pasado ya desde aquel 2 de febrero de 2002 en que un grupo de empresarios aragoneses constituyó ante notario las bases del proyecto que debía devolver a la capital aragonesa a la cúspide del baloncesto. El club se hizo con los derechos de participación en la liga LEB del Basket Coruña y emprendió la aventura que todavía perdura.

Javier Loriente fue el primer presidente; Valero López el vicepresidente; Pepe Arcega pasó a ser director deportivo, asumiendo el rol de configuración de la plantilla con Zeravica como asesor; y Fernando Baeza, Eduardo Baeza, Javier Casao, Juan Forcén, Roberto Machín, Salvador Pineda y Reynaldo Benito, como socios fundadores, ocuparon cargos de consejeros.

La mayor parte de ellos eran curtidos y experimentados empresarios que, al mismo tiempo, gozaban de poco recorrido en el mundo del baloncesto. De ahí la incertidumbre que el Consejo de Administración, que contó con el apoyo de las instituciones, sintió durante los comienzos. Durante los inicios el objetivo era claro: había que formar una entidad que atrajera a la masa social. El primer partido del Basket Zaragoza, con José Luis Oliete en el banquillo, fue en la pretemporada de 2002. El Joventut visitó la capital del Ebro en un Trofeo Ciudad de Zaragoza que, tal y como recuerdan los fundadores, fue un momento «de gran significado».

La capital del Ebro volvía a ser ciudad de baloncesto, tras los problemas económicos que habían apartado al CB Zaragoza de la élite. La apuesta de la Caja de Ahorros de la Inmaculada (después perteneciente al Grupo Ibercaja) fue fundamental. De ahí que el equipo recuperase la denominación de CAI Zaragoza.

Los inicios no fueron fáciles. En su primer año, el equipo zaragozano estuvo implicado en la lucha por no perder la categoría, consiguiendo salvarse en el ‘play off’ contra el Ciudad de Huelva; pero todo cambió en la temporada siguiente.

El CAI alzó la Copa Príncipe de Asturias y estuvo a punto de ascender. El CB Granada privó a los rojillos del sueño, sumiéndolos en una decepción que se repitió varias veces en los años siguientes. El León (dos veces y el CB Murcia también llegaron a frustrar el sueño del ascenso del club, antes de que en el verano de 2007 se tomase una importante decisión.

Tras cinco años de singladura del club, en el 2007, Reynaldo Benito se hizo cargo de la presidencia, sustituyendo a Javier Loriente. "Nunca busqué dar aquel paso al frente, pero, cuando las cosas no funcionan y te escogen para mejorarlas, es un orgullo, una responsabilidad", explica Benito.

En esa misma temporada –merced a un cambio de reglamentación que permitía ascender directamente al ganador de la fase regular– se consiguió al ansiado ascenso a la ACB, logro que, sin embargo, se fue pronto al traste con el descenso del equipo a las primeras de cambio.

Etapa dorada

Aquella desilusión desencadenó movimientos en la dirección técnica. Con Willy Villar al mando, José Luis Abós fue el técnico escogido para asumir el reto de devolver al club a la élite. Y no falló. En su primer año, Abós obtuvo el ascenso e hizo crecer al CAI Zaragoza hasta asentarlo en la ACB y meterlo por primera vez en su historia en el ‘play off’ por el título (2013). Con Llompart como estilete, el equipo eliminó en cuartos al Valencia y cayó en las semifinales con el Real Madrid.

El CAI acababa de iniciar una época dorada en la que los torneos continentales y la Copa del Rey también iban a estar presentes. Después, Abós cayó enfermo, se fue para siempre, y vino una dura etapa de transición. Joaquín Ruiz Lorente (2014-15) se hizo cargo del equipo. Después vinieron Andreu Casadevall (2015-17) y Jota Cuspinera (2017-2018)… y hasta la irrupción de Porfirio Fisac el equipo no recuperó su esplendor.

"Con Abós nos asentamos ahí arriba y, tras su muerte, todo fue muy duro", añade Reynaldo, y recuerda que cada etapa guarda lo suyo. "Valoro todo con mucho cariño, desde las primer reuniones para constituir el club hasta las temporadas recientes. Todo tiene su valor", subraya el presidente del Basket Zaragoza, que también agradece el apoyo de los aficionados y de los patrocinadores.

Tras la CAI vinieron Tecnyconta y Casademont, empresas con las que el club ha seguido paseando su nombre por Europa. "Lo importante es que, 20 años después, Zaragoza sigue teniendo baloncesto de élite. Habrá temporadas mejores y peores, pero siempre tenemos que sentirnos orgullosos de lo que este equipo significa. Es la clave para mantenernos otros 20 años más", finaliza.

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