baloncesto

El Fuenlabrada vuelve a retratar al Casademont Zaragoza (77-55)

El equipo aragonés, especialmente desacertado en ataque, cae con amplitud ante un rival directo en la lucha por la salvación. Los zaragozanos sumaron 19 pérdidas de balón y finalizaron con una efectividad del 11% en triples.   

El Fuenlabrada, muy poco exigido, superó al Casademont Zaragoza por todos los costados y dio un nuevo paso adelante hacia la salvación (77-55). Por el contrario, el cuadro aragonés volvió a emitir señales muy negativas en su juego: fue un bloque anárquico, desordenado, desnortado, sin una propuesta colectiva solvente. Se desencajó ante las primera adversidades y nunca tuvo capacidad de reacción, víctima sobre todo de su impericia ofensiva (55 puntos anotados en 40 minutos de juego). 

Los madrileños se manejaron siempre con una facilidad imprevista, pese a contar con la notable ausencia de Obi Emegano -su máximo anotador y el segundo jugador más productivo de la Liga Endesa, con 17,1 tantos facturados por duelo-. Con este desenlace, los locales también se imponen a los zaragozanos en el ‘basketaverage’ particular, tras el triunfo conquistado el pasado mes de diciembre, en el pabellón Príncipe Felipe, en el partido de la primera vuelta (74-85). Un factor que podría resultar decisivo al término de la temporada.

Una vez más, el Casademont compareció con dudas, con su silueta desfigurada, con importantes desequilibrios en su juego. Samar, con un triple liberado, y Alexander, con una canasta bajo los aros, le proporciaron una renta de cinco puntos al conjunto local (5-0) cuando apenas había transcurrido un minuto de partido. Fue Yusta, con cuatro tantos seguidos, quien asumió la responsabilidad ofensiva de los zaragozanos en los primeros compases de la contienda. Sin embargo, el Fuenlabrada siguió anotando con suma facilidad, favorecido por los continuos desajustes del Casademont, y amplió la distancia en el ecuador del primer acto, tras un lejano lanzamiento triple de Kwan Cheatham (12-4). Los visitantes no sólo exhibían su perfil más vulnerable en defensa, sino que, además, se manejaban en ataque con una dificultad manifiesta, sometidos constantemente por la intensidad y la vehemencia de los locales.

A los siete minutos de juego, el técnico de los aragoneses, Jaume Ponsarnau, tuvo que detener un encuentro que comenzaba a inclinarse peligrosamente del lado madrileño. Por entonces, el Casademont presentaba un desatino inusual desde el perímetro, con 0 de 6 en sus lanzamientos triples, al margen de haber sumado hasta cuatro pérdidas de balón (17-8). El tiempo muerto apenas modificó el guión, y el primer acto se clausuró con una sólida renta del Fuenlabrada (26-11); el justo premio a un equipo más sólido, más cuajado, mucho más seguro de sus fuerzas, que además se empleó con mayor fuerza, energía y convicción en cada una de sus intervenciones.

Mejoró el Casademont en el segundo cuarto. Fue más contundente en las labores de contención, y más paciente para elaborar con criterio sus acciones de ataque. De esta forma, firmó un parcial de 0-4, en apenas 90 segundos de juego, que conllevaron el tiempo muerto de muerto de Josep María Raventós (26-15). Los madrileños facturaron una sola canasta en cuatro minutos, lo que aprovecharon los zaragozanos para seguir reduciendo distancias en el marcador, con Waczysnki y Hans Vanwinj como referencias ofensivas más fiables.

Sin embargo, el Fuenlabrada enseguida recuperó el pulso, y lo hizo gracias a su puntería desde la línea exterior. Por algo se trata del segundo mejor triplista de la competición, con 10,5 aciertos por partido, que además obtiene con una efectividad del 40%. Mientras Meindl sumaba desde el perímetro, el cuadro aragonés no anotó ni un solo triple en toda la primera mitad (0 de 13). A ello hubo añadir sus 9 pérdidas de balón en sólo 20 minutos de juego, por lo que el intento de reacción de los visitantes se quedó en un amago de la nada. Al descanso, los locales mantenían una holgada ventaja (35-23), con Leo Meindl y Kwan Cheatham –ambos con 7 puntos– como principales brazos ejecutores.

Sin reacción

El Fuenlabrada también se impuso en los primeros compases de la reanudación, de nuevo sostenido por su mayor ímpetu, firmeza, carácter y orgullo. Valores muy estimables que, sin embargo, apenas asomaron en la plantilla del Casademont. Los zaragozanos, sin criterio alguno en ataque, sin solidez alguna en defensa, sumaron una sola canasta en cuatro minutos de juego, mientras concedían numerosos lanzamientos liberados a su rival. El desconcierto aragonés enseguida se trasladó al marcador (46-25), retratando con fidelidad la distancia vigente entre los equipos. 

Posteriormente, Jordan Bone convirtió, por fin, el primer triple de los locales (por entonces 1 de 20); y poco después también acertaron desde el perímetro Waczynski y Omar Cook. A la media hora, sin embargo, los madrileños seguían gobernando el duelo con autoridad, sin ningún sobresalto (58-43). A partir de ahí, el Casademont ya no pudo optar a la victoria. Finalizó el partido con 19 pérdidas de balón y una efectividad del 11% en triples (3 de 26). Y ahora le aguarda el Unicaja, otro equipo marcado por las urgencias...

Ficha técnica

77 - Urbas Fuenlabrada (26+9+23+19): Samar (11), Milosavljevic (3), Meindl (11), Cheatham (16), Alexander (6) -quinteto inicial-, Novak (11), Eyenga (10), Ristic (9), Bagayoko, López, Lewis y González.

55 - Casademont Zaragoza (11+12+20+12): Cook (3), Bone (9), Yusta (9), Radoncic (5), Thompson (6) -quinteto inicial-, Hlinason, San Miguel (2), Waczynski (10), Vanwjin (9) y Mobley (2).

Árbitros: Benjamín Jiménez, Francisco Araña y Yasmina Alcaraz. Sin eliminados.

Incidencias: partido de la vigésima jornada de la Liga Endesa disputado en el Pabellón Fernando Martín ante 2.156 espectadores.

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