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Casademont Zaragoza: la importancia de los pívots
El Casademont Zaragoza muestra versiones distintas en función del rendimiento que ofrecen sus hombres interiores.
Sin pívot no hay paraíso. El juego del Casademont Zaragoza, que este miércoles ha anunciado dos nuevos positivos en su plantilla, requiere la aportación hombres interiores. Y en lo que va de temporada, los de Jaume Ponsarnau apenas están sabiendo explotar a Jamel McLean -ya fuera de la plantilla-, Ramón Vilá, Vanwijn, Hlinason y Deon Thompson como referentes en la zona.
El mal entendimiento entre los bases y los pívots es la principal razón. Mientras Omar Cook permaneció lesionado, ni Kenan Sipahi ni Rodrigo San Miguel conectaron con los hombres altos. Las características de Hlinason van asociadas al bloqueo directo, pero durante meses le ha costado encontrar situaciones de continuación hacia el aro.
Esta situación mejoró en la reacción mostrada por el Casademont en la recta final del año, tras la recuperación de Cook y la llegada de Jordan Bone, pero en los últimos compromisos se ha vuelto a perder su referencia. En Andorra fue capaz de anotar 14 puntos; contra el Baskonia sobresalió en el rebote (ocho, seis de ellos defensivos); y después de diluyó en las abultadas derrotas encajadas contra el Unicaja y el Real Madrid, más en presencia que en guarismos.
Del mismo modo, Deon Thompson también firmó sus mejores valoraciones (16 y 14, respectivamente) contra el Andorra y el Baskonia, antes de caer contagiado de covid, perderse el choque ante sus excompañeros del Unicaja, y acusar la falta de ritmo contra el todopoderoso Real Madrid.
En el Wizink Center, Ponsarnau apostó por su versatilidad de entrada, y la apuesta la salió mal. El juego interior de los blancos -el juego en general- arrasó al Casademont en el inicio del encuentro, en una deficiente puesta en escena que ayer fue analizada por el propio Deon Thompson.
«En el último partido hicimos un primer cuarto deficiente y no fuimos capaces de competir 40 minutos, pero tenemos que seguir confiando en nosotros mismos porque en otros partidos hemos demostrado que podemos competir», señaló el pívot americano, que también se refirió a las deficiencias que el equipo acusa en la zona.
«Es una situación difícil. Cuando Hlinason y yo estamos involucrados, participando en situaciones de ‘pick and roll’, crecen y mejoran las opciones del juego. Pero también depende mucho del otro equipo y de cómo está planteado el partido», añadió.
En ese sentido, explicó que «no está consiguiendo dar todo lo que puede», pero que está «seguro» de que va a alcanzar el «cien por cien» en los próximos partidos. «Son encuentros que se pueden competir y se pueden ganar», adelantó, refiriéndose a los choques contra el Murcia, el Obradoiro y el Fuenlabrada. «Nos vienen partidos decisivos en los que tenemos que ser capaces de plantar cara. Tenemos que ganar sí o sí porque nos jugamos mucho. Tenemos que ver el vaso medio lleno, y no medio vacío», finalizó.
