Casademont Zaragoza - Río Breogán
Partido trampa ante el equipo revelación
El Casademont Zaragoza recibe al recién ascendido Breogán con la necesidad de rectificar su negativa racha. El cuadro gallego suma tres victorias en el tramo inicial de la competición.
Es un partido trampa, de mucho riesgo, ante el equipo revelación. El Breogán comparece hoy en el pabellón Príncipe Felipe (18.00), y lo hace con seguridad y convicción, rearmado anímicamente por capacidad competitiva y por su baloncesto dinámico, alegre y coral. Su rendimiento supera con creces las expectativas generadas. El Casademont, por el contrario, sigue ofreciendo importantes lagunas en su juego. El triunfo del pasado miércoles en Israel, ante el Hapoel Gilboa Galil (90-91), no ha despejado las dudas de un bloque deprimido, timorato, anárquico, individualista, sin una propuesta colectiva solvente. Al contrario, sus actuaciones más recientes retratan a un equipo abatido, demasiado vulnerable atrás y sin apenas argumentos ofensivos, más allá de la amenaza exterior de Okoye y del talento individual de Matt Mobley.
"No tenemos buenos recursos cuando jugamos parados", confiesa el entrenador del Casademont Zaragoza, Jaume Ponsarnau, quien subraya la necesidad de "mover la defensa del Breogán con dinamismo" para poder optar a la victoria. "Nos enfrentamos a un rival muy táctico, que sabe potenciar sus virtudes y que también minimiza sus defectos", advierte el técnico de los zaragozanos, además de recordar "la fe y la ilusión" que derrocha el cuadro gallego en cada uno de sus compromisos.
"Trae Bell-Haynes está siendo casi el mejor jugador de la competición, y Quintela es de los mejores escoltas", sostiene Ponsarnau, quien también destaca "ese talento especial" del alero Dzanan Musa, exjugador de la NBA con los Brooklyn Nets. En este sentido, el bosnio es el hombre más productivo del Breogán, con un promedio de 16,2 puntos y 4,2 rebotes por partido, secundado por el base Trae Bell-Haynes (12.8 tantos y 5 asistencias por duelo) y por el pívot Rasid Mahalbasic (11,8 puntos y 6 rebotes), quien representará una importante amenaza en el juego interior.
Buen inicio
El Breogán ha sumado tres victorias en las seis primeras jornadas de la competición: superó al Tenerife (92-73), al San Pablo Burgos (62-87) y al Real Betis (97-65); y claudicó frente al Barcelona (78-69), el Unicaja de Málaga (72-64) y el Real Madrid (71-79), tres sólidos aspirantes a los puestos de ‘play off’, tras ofrecer una tenaz resistencia.
Mientras, el Casademont vive un periodo especialmente improductivo en la Liga Endesa, después de experimentar una sorprendente involución. Inició el curso con mano firme, con buenas dos actuaciones que se tradujeron en los triunfos ante el Baxi Manresa (98-91) y el Bilbao (76-100); pero se descompuso después, con una facilidad imprevista, y desde entonces ha encadenado cuatro derrotas consecutivas en el torneo doméstico: dobló la rodilla ante el San Pablo Burgos (54-75) y el Valencia Basket (70-76), en el pabellón Príncipe Felipe, y también cedió en los desplazamientos a Tenerife (90-65) y Barcelona (76-63).
"Sabemos que no hemos hecho cosas bien, porque somos un equipo todavía en construcción; pero queremos ser competitivos, conseguir que aflore el talento que tenemos", desvela Ponsarnau, quien considera vital "el apoyo de los aficionados" para que el Casademont Zaragoza pueda, por fin, rectificar su trayectoria liguera actual. "Si nuestra gente no está contenta, está claro que todo nos va a costar mucho más", sostiene el técnico de los aragoneses.
El Casademont acude al careo con la duda de Jamel McLean, quien se lesionó en el tobillo izquierdo en Israel, ante el Hapoel Gilboa Galil, durante el partido del pasado miércoles de la FIBA Europe Cup. El pívot tiene muy comprometida su presencia en el choque, tras no haber participado en ninguno de los entrenamientos posteriores, aunque no está totalmente descartado para el duelo ante los gallegos.
