baloncesto
Casademont Zaragoza: la liga como instrucción
El Casademont, que este domingo recibe al Valencia, debe aprovechar la ACB para preprar el asalto a final a ocho
Queda mucha liga. Nueve jornadas, las nueve jornadas que todavía le restan al Casademont Zaragoza para acabar la competición regular, son demasiadas como para desconectar. La ACB debe ser útil hacia el final de temporada. Asumiendo que el ‘play off’ es una quimera, el equipo de Sergio Hernández tiene que ser capaz de sellar cuanto antes la salvación matemática, para después centrarse de lleno en otra salvación, la de un curso gris que solo se puede iluminar con la Basketball Champions League.
A la espera de que a comienzos de la próxima semana se conozca la sede en la que se disputará la Final a Ocho del torneo continental y el rival al que se medirá el Casademont, el cuadro zaragozano recibe este domingo (Movistar Deportes, 20.00) a un Valencia Basket que se encuentra en una situación similar. Los ‘taronjas’ todavía tienen opciones de clasificarse para la Final a Ocho de la Euroliga -dependen de que el Panathinaikos, ya eliminado, le gane al Zenit de San Petersburgo el lunes- y en la competición doméstica se marcan como objetivo acabar con la mala racha de resultados que les ha llevado a perder sus últimos cuatro compromisos.
Hernández y Ponsarnau; Ponsarnau y Hernández han visto como sus bloques se han descompuesto en cuestión de un mes. Desde el inicio de marzo, cuando el Casademont llegó a fantasear con el ‘play off’ de la Liga Endesa, hasta este domingo, todo ha cambiado en el Príncipe Felipe. La recuperación que había experimentado el conjunto aragonés se ha desvanecido, fundamentalmente, por su irregularidad y una mala defensa que no logra corregir.
Al igual que el Valencia, el Casademont suma cuatro derrotas consecutivas en el torneo doméstico. Viene de perder ante Gran Canaria, Estudiantes, Barça y Joventut habiendo encajado una media de 101 puntos, cifra inasumible para cualquier equipo que quiera aspirar a algo, por más que entre tanto se hayan jugado compromisos europeos en los que los de Sergio Hernández fueron capaces de sellar la clasificación para la Final a Ocho pero no de sujetar el primer puesto de grupo.
Los altibajos del Casademont son constantes. Tanto a nivel de grupo como individualmente, los de Hernández no logran asentar una versión continuada y uniforme; un juego reconocible que asiente su facilidad anotadora (con 87,22 puntos por partido son el segundo mejor ataque de la Liga Endesa) y les convierta en un bloque fiable.
Los rivales saben atacar las carencias del Casademont Zaragoza y un desorden que, si este domingo no es subsanado, derivará en otra sangría de puntos favorable a un Valencia Basket que dispone de una plantilla con recursos y viejos conocidos de la marea roja. Sam Van Rossom, Joan Sastre y Jaime Pradilla saltarán esta noche a la cancha del Príncipe Felipe con un tono de camiseta distinto al que tantas veces lucieron aquí y en compañía de Kalinic, Tobey, Vives o Dubjlevic, un conjunto con más nivel del que viene mostrando en las últimas semanas.
Enfrente, Sergio Hernández volverá a situar a Elias Harris, que guardó descanso ante el Nymburk en Champions, y está por ver de qué forma emplea a Rodrigo San Miguel y Javi García en puesto de base. El primero no viajó a tierras checas como consecuencia de un golpe que sufrió en Gran Canaria y García se lesionó en ese último choque de Champions, por lo que la dirección de juego queda muy mermada. Sulaimon, a buen seguro, pasará por el ‘1’ en un reparto de minutos que debe ser fructífero.
Resta un mes para la Final a Ocho de la Champions League, a jugar entre el 5 y el 9 de mayo, y lo que ocurra de aquí a entonces será significativo. Hernández tiene margen para recuperar a los suyos y volverles a hacer creer en un sistema alegre que desfayece cuando aflora la falta de confianza.
