La Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB) celebrará este viernes una asamblea, por vía telemática, en la que informará a sus afiliados sobre las últimas reuniones mantenidas con el Consejo Superior de Deportes. La pandemia del coronavirus ha asestado una puñalada perniciosa, muy preocupante, en el corazón financiero de todos los equipos participantes en la máxima categoría nacional. Con una merma drástica en sus ingresos, los clubes tienen que abonar los salarios de sus jugadores –que representan entre el 60 y el 70% de sus presupuestos–, además de sufragar arbitrajes y desplazamientos, al margen de hacer frente a otros muchos gastos derivados de su actividad como los sueldos de su personal de oficina o de los entrenadores de sus categorías inferiores.

En este escenario, hay clubes en evidente riesgo de desaparición, de ahí que la patronal tenga previsto pedir al CSD una inyección de liquidez de 12 millones de euros. De esta forma, los equipos se repartirían unos 600.000 euros, que ayudarían a paliar el drástico desplome de sus ingresos durante las dos últimas temporadas. La ACB y el CSD vienen manteniendo conversaciones desde el inicio del curso, y con una cuestión recurrente: los partidos a puerta cerrada y el impacto que la ausencia de espectadores está teniendo en los presupuestos de los clubes.

De hecho, hasta un 30% de los ingresos de los equipos proceden de los abonos y la venta de entradas. Y la situación de incertidumbre está provocando también un goteo incesante de empresas patrocinadoras que están solicitando la rescisión parcial o total de sus contratos, con todo lo que ello conlleva.

En este ambiente de preocupación, los equipos de élite del baloncesto español se consideran agraviados con respecto a otras actividades –como el cine, el teatro y los conciertos– en las que sí se permite, aunque con restricciones, la presencia de espectadores.

La ACB, que agrupa a los 19 clubes de la Liga Endesa, ya propuso abrir los pabellones a 500 espectadores, el pasado mes de diciembre, en una carta abierta de su presidente, Antonio Martín. "Desde la Asociación hemos propuesto al Gobierno abrir los partidos a 500 personas, la misma cifra que el CSD ha recomendado a los deportes no profesionales en recinto cerrado, con la garantía de nuestro modelo sanitario", explicó entonces el presidente de la patronal.

Asimismo, Martín recordó que la ACB ha demostrado que su prioridad durante la pandemia "ha sido, es y será siempre la seguridad sanitaria", con el ejemplo de la burbuja de la fase final de la temporada 2019-2020 celebrada en Valencia el pasado mes de julio o los aplazamientos de partidos de la presente campaña, cuando se han cambiado de fecha encuentros "ante cualquier atisbo de duda sobre las garantías sanitarias".

"El impacto negativo en la economía de nuestros clubes es considerable y la gran responsabilidad que han demostrado en los últimos meses merece la confianza para la progresiva vuelta de sus aficionados con la máxima seguridad", añadió Martín en diciembre. En el baloncesto profesional, sin embargo, el público sigue sin acceder a los pabellones cuando ya se han celebrado 22 jornadas de la Liga Endesa, y los clubes han visto agravada aún más su situación financiera.

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