El Casademont suma su octava victoria tras sobreponerse a un mal partido (73-79)

El Casademont, pese a sus intermitencias, conquistó este miércoles (73-79) su octava victoria de la temporada y amplió aún más su distancia con las posiciones de descenso a la Liga LEB. El cuadro aragonés, de esta forma, prolonga su exitoso recorrido en el presente año, donde contabiliza una única derrota en los siete compromisos disputados. En 2021, su única mácula atiende al partido del pasado domingo en Vitoria, cuando su inusual desatino ofensivo -61 puntos anotados- le condenó irremediablemente a un severo castigo frente al Baskonia, el actual campeón (89-61). Antes, los de Sergio Hernández se habían impuesto en el torneo doméstico al Real Betis (96-95), el Urbas Fuenlabrada (105-85) y el Bilbao Basket (73-96), tres rivales directos en la lucha por la permanencia; y habían doblegado en la competición europea al Nizhny Novgorod ruso (92-98) y al Star Lublin polaco (94-82), para finalizar la fase de grupos en la primera posición.

Una positiva racha que estiró este miércoles en Madrid, tras una deficiente actuación, en un duelo que se le hizo excesivamente largo a los dos conjuntos. El choque, correspondiente a la decimonovena jornada, había sido aplazado hasta en dos ocasiones debido a la borrasca Filomena, temporal que azotó a la Península Ibérica entre el 6 y el 11 de enero y que imposibilitó el viaje de los zaragozanos a la capital. El conjunto madrileño, afectado por brotes de coronavirus propios y ajenos, también vio suspendidos sus compromisos ante el Obradorio, el Barcelona, el Gipuzkoa Basket y el Joventut. Su última actuación se remonta al pasado 29 de enero, frente al Tenerife. Desde entonces no había vuelto a competir, de ahí el desplome protagonizado en el segundo periodo.

En el conjunto colegial debutó Juan José Barea, quien incluso formó parte del quinteto inicial. Aportó 14 puntos, 3 asistencias y 3 recuperaciones de balón en 24 minutos de juego. Por parte de los zaragozanos, el máximo anotador fue Dylan Ennis, quien finalizó la contienda con 22 tantos en su haber. 

El Casademont ya se manejó en el inicio sin ritmo, sin criterio y sin rapidez. Un juego plano, trabado, muy previsible, con el que apenas generó situaciones favorables de tiro. Y cuando, en acciones aisladas, sí pudo castigar las debilidades del rival, entonces erró lanzamientos de muy fácil ejecución, incluso debajo del aro, que limitaron drásticamente su productividad: sólo facturó 14 puntos en los 10 primeros minutos de la contienda, un diáfano indicador de sus escasa pericia ofensiva. Pese a todo, cerró el primer acto con ventaja en el marcador (13-14), gracias a la clarividencia de Dylan Ennis (7 tantos) y, sobre todo, por la incapacidad de su adversario. El Estudiantes, en este sentido, finalizó el cuarto inaugural con un 40% de efectividad en los tiros de 2, y un 0 de 5 en los lanzamientos triples.

Juan Pelegrin/ACB Photo

El desacierto de los equipos se acentuó después, en los primeros compases del segundo acto, y eso que los dos equipos exhibían una fragilidad defensiva manifiesta. El Estudiantes volteó el marcador, con los puntos de Avramovic, aunque el Casademont Zaragoza reaccionó con prontitud con dos triples de Javi García y un rápido contragolpe de Jonathan Barreiro (22-27). A partir del cuarto de hora, los contendientes elevaron el ritmo, la concentración y la intensidad, y además afinaron el puntería. Sobre todo Barea, quien, con cinco puntos consecutivos, redujo la distancia de los visitantes a la mínima expresión (35-36). El cuadro aragonés, muy mejorado con la presencia de Javi García, había quedado desnortado con Sulaimon en las funciones de base. Concesiones que aprovechó la escuadra colegial para alcanzar el intermedio con ventaja (40-39), tras un certero triple de John Roberson. Por entonces, Avramovic (11 puntos) y Barea (10) eran los principales argumentos del conjunto local, mientras que Ennis (10) y Javi García (6) eran los máximos anotadores de los zaragozanos.

En la reanudación, el Casademont por fin recuperó su esencia competitiva. Fue un bloque más sólido, más enérgico, más incisivo, más seguro de sus fuerzas. Se empleó atrás con tesón, sin apenas fisuras, y pudo neutralizar las acometidas de su rival. Al mismo tiempo, el conjunto aragonés se manejó en ataque con templanza, con las pausas preceptivas, y dispuso por ello de lanzamientos liberados, sin apenas oposición. El resultado fue un parcial de 0-10, en los primeros compases del acto (40-49), que conllevaron el tiempo muerto del entrenador local, Javier Zamora.

Pero nada modificó el guión… en los primeros instantes. El Casademont no dio opción a su oponente y amplió su renta con suma facilidad (44-57), beneficiado por su baloncesto ágil, dinámico y creativo. Por entonces, los madrileños ya presentaban importantes síntomas de fatiga, aunque nunca arrojaron la toalla.

Sí cambió el escenario después, en gran medida por los deméritos del conjunto zaragozano. Así, el Estudiantes llegó a situarse a tres puntos de distancia (71-74), cuando restaban sólo dos minutos para la conclusión. Menos mal que los locales alcanzaron el tramo definitivo exhaustos, sin fuerza ni pulmones para poder culminar la remontada (73-79).

Juan Pelegrin/ACB Photo

Ficha técnica:

73 - Movistar Estudiantes (13+27+11+22): Barea (14), Avramovic (20), Vicedo (5), Djuricic (12) y Delgado (10) -quinteto titular-, Roberson (6), Sola (-), Domínguez (3), Stoilov (-), Brown (-), Cvetkovic (-) y Arteaga (3),

79: Casademont Zaragoza (14+25+22+18): Bray (-), Ennis (22), Barreiro (7), Benzing (11) y Hlinason (10) -cinco inicial-, Sulaimon (8), Brussino (8), Garcia (), Harris (7) y Justiz (-).

Árbitros: Daniel Hierrezuelo, Luis Miguel Castillo y Joaquín García. Descalificaron a Cvetkovic, del Movistar Estudiantes.

Incidencias: Partido aplazado de la jornada 19 y disputado en el pabellón WiZink Center de Madrid a puerta cerrada por la pandemia de coronavirus.

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