reportaje

Christian Yus, fin a dos años y medio de calvario

El prometedor central de la generación juvenil de Francés y Azón, ahora cedido en el Utebo, volvió a jugar el pasado fin de semana tras superar dos roturas de rodilla.

Christian Yus, en el campo de Santa Ana de Utebo.
Christian Yus, en el campo de Santa Ana de Utebo.
Francisco Jiménez

De Cariñena sale buen vino, pero también buenos futbolistas. Christian Yus es uno de ellos. Uno de los centrales de mayor finura con la pelota y más elegantes que han pasado por la Ciudad Deportiva en la última década. Su progresión era fulgurante, el sucesor generacional de Alejandro Francés en la escalera formativa del Real Zaragoza. Con él y con todos los compinches de aquel brillante e histórico equipo juvenil moldeado por Iván Martínez, compartió Yus plantilla y experiencias en la Youth League, como uno de los benjamines del grupo. Su proyección imponía, pero todo se vino abajo justo después de la pandemia, cuando el fútbol volvió a rodar: se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Pero no acabaron ahí las desgracias: al segundo partido que jugó después de varios meses, en un torneo en el Olivar, Yus se volvió a partir ese maldito filamento. Un nuevo calvario.

Este pasado fin de semana, el joven futbolista volvió a competir. Lo hizo con los colores del Utebo, en Segunda RFEF, donde el Real Zaragoza lo cedió hace un par de semanas para que retomara el vuelo del fútbol. Más de dos años y medio después, Yus jugó. Un par de minutos después del gol de Aso que le dio la victoria al Utebo contra el Izarra en Santa Ana, pero suficiente. «Estoy muy contento. Después de todo lo malo que he pasado, sin jugar, recuperándome solo… Volver a jugar al fútbol que es lo que más me gusta es una felicidad enorme y una alegría para mí y para quienes me han apoyado este tiempo», relata.

Después de lo sufrido, los primeros pasos en la vuelta al fútbol son una maraña de sensaciones encontradas: felicidad, prudencia, ganas, precaución, motivación, temores… «Siempre hay algo de miedo a volver a recaer, pero me siento con confianza estos primeros días», asegura Yus.

Sus capacidades técnicas y tácticas le permiten alternar el eje de la defensa con el mediocentro. En aquel equipo juvenil de Iván Martínez en competiciones europeas, durante su primer año en la categoría, Yus era el recambio habitual de Javi Hernández y Alejandro Francés. Él era de los pequeños, de los recién llegados, de la generación de 2003, como Ángel López o Carbonell. En este tiempo en el que la rodilla lo ha tenido lejos de la competición, varios sus viejos-jóvenes compañeros de equipo han saltado y se han afianzado en la primera plantilla. Son los casos sobre todo de Iván Azón, Francho Serrano, Francés o Puche. También Carbonell y Ángel López forman parte ya del primer equipo, aunque ahora están cedidos. «Es una alegría verlos en el primer equipo, a todos nos gusta verlos ahí y que el club apueste por la cantera. Es bonito», reconoce.

Internacional sub 17

Tal era su proyección que el 15 de enero de 2020, justo a las puertas de la pandemia, Yus se estrenó como internacional español con la selección sub 17. Fue un partido contra Italia y le acompañaron Ángel López y Luis Carbonell. Los tres fueron titulares. «Fue una experiencia muy bonita, aquel debut es inolvidable porque además jugamos tres futbolistas del Zaragoza ese día en una selección española», relata. El lateral izquierdo de aquella selección era Alejandro Balde, ahora titular en el Barça de Xavi, y uno de los pivotes, Ilaix Moriba, centrocampista del Valencia.

Poco a poco, Yus irá ganando minutos y presencia en el Utebo de Juan Carlos Beltrán. «El equipo está bien. Me han acogido muy bien los compañeros y hay un gran ambiente. El otro día ganamos después de dos derrotas y esperamos ir para arriba», señala el futbolista de Cariñena.

El Real Zaragoza lo cedió, por lo que esa puerta sigue abierta, un signo de que en la Ciudad Deportiva se sigue creyendo en su fútbol, en su potencial. Con 19 años, ya ha vivido una experiencia dura, de las que curten y aceleran la maduración. «Es bueno saber que te valoran y que confían en ti. Este año, en Utebo, se trata de volver a coger ritmo de competición, jugar partidos y volver a sentirme futbolista» En cuanto lo haga, el Zaragoza le reserva el billete hacia su sueño.

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