El pasado miércoles se produjo una de esas buenas noticias que todos deseamos en una época en el que la competición parece estar por encima de los buenos modos y de la educación, así como de la empatía con el rival, en el partido de fútbol sala que enfrentaba a niños de siete años entre el Corazonistas Moncayo y Compañía de María. El  cuerpo técnico de Compañía de María, compuesto por Alfredo Eito 'Fredy', Juan Aliaga y Nacho García, ordenaron a sus jugadores tirar una falta fuera, sin intención de meter gol, tras haber salido el portero rival con el balón en la mano fuera del área.

Corría el minuto 22 de la primera parte de este duelo. La igualdad reinaba y el marcador para los visitantes cuando se produjo una jugada en la que se vivieron muchas sensaciones en cuestión de pocos segundos. El portero del equipo local, Álvaro Pardo, se disponía a sacar de puerta tras atajar un buen disparo de un jugador blanquillo. Fruto de la emoción de haber malogrado la ocasión visitante y con la intención de sacar inmediatamente para buscar un rápido contraataque, sin darse cuenta, salió de su área con el balón en la mano, por lo que el árbitro, que era su entrenador, decretó falta al borde del área. Tristeza y manos a la cabeza del portero por haber cometido la infracción, ánimos de sus compañeros y entrenadores para hacerle ver a Álvaro que había sido un error y que no sucedía nada. En la grada, aplausos de una y otra afición para animar a Álvaro, pero en el banquillo de Compañía de María optaron por dar sentido a la educación deportiva desde edades tan tempranas.

El cuerpo técnico compuesto por Alfredo Navarro Eito (Fredy), Juan Aliaga y Nacho García, decidió que había que añadir un condimento más a esta situación. Ordenaron a sus pupilos tirar la falta fuera. Y arrancaron los aplausos del poblado graderío del colegio Moncayo. Alfredo Eito 'Fredy', técnico del Compañía de María comenta la acción de juego limpio del pasado miércoles:  "Para ser sincero, la idea inicial ha sido de mi compañero Juan Aliaga. El portero rival ha ido a sacar rápido de portería y se ha salido del área con el balón en la mano sin darse cuenta. Hemos hecho esto porque no ha sido un acto voluntario del portero y al final, estamos entrenando a niños pequeños que están aprendiendo. Actuamos como nos gustaría que nos tratasen a nosotros".

Los técnicos explicaron la jugada a sus chicos en el descanso del partido. "Les hemos explicado que ha sido un despiste del potero. Luego les hemos preguntado si a ellos les gustaría que les hicieran lo mismo y si lo comprendían. Todos han contestado que sí", señala Fredy. Los jugadores de Compañía de María ni siquiera preguntaron por qué. Se desentendieron de marcar gol a sabiendas de que sus educadores lo hacían por algo.

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