deportes

Clase magistral de la actual campeona del mundo de gimnasia rítmica en Zaragoza: "Ha sido un regalo"

Darja Varfolomeev ha compartido tres horas con unas 80 niñas y adolescentes de ocho escuelas aragonesas. 

Darja Varfolomeev en una masterclass en Zaragoza.
Darja Varfolomeev en una masterclass en Zaragoza.
Francisco Jiménez

La admiración e ilusión se ha visto reflejada este viernes en las alrededor de 80 gimnastas de ocho escuelas aragonesas y 20 entrenadoras que han tenido la oportunidad de compartir tres horas de clase magistral con la campeona del mundo de rítmica, Darja Varfolomeev, en Zaragoza. Con solo 17 años, la deportista alemana ha conseguido un hito histórico este año al hacerse con cinco medallas de oro en el Mundial celebrado en Valencia el pasado mes de agosto. 

Tras recibir los cinco oros no descansa ya que se prepara ahora para poder acudir a los Juegos Olímpicos de París 2024. La joven ha transmitido sus ganas y ha asegurado que pese a la disciplina que requiere "hay que disfrutar". En su caso, ha confesado: "Amo la gimnasia". Ha estado acompañada de la entrenadora de la selección alemana, la ex gimnasta Yulia Raskina. El encuentro ha sido organizado por la Federación Aragonesa de Gimnasia Rítmica y Katia Sports.

Desde las 9.30, el tapiz instalado en el pabellón Siglo XXI se ha llenado de nervios de niñas llegadas de varios municipios aragoneses e incluso de fuera de la comunidad, que no querían perderse esta oportunidad de tener una profesora de lujo. La clase ha sido a puerta cerrada. Durante la misma han hecho un calentamiento y practicado la técnica con pelota y aro, que las participantes que tenían móviles han querido inmortalizar. La alemana es la mejor del mundo en todos los aparatos. "Para ellas es un estímulo, una motivación para querer aprender más, aun sabiendo que es muy difícil llegar a esos niveles, pero para seguir creciendo", ha explicado Montse Vaquero, entrenadora en el municipio zaragozano de Utebo y la ciudad oscense de Barbastro. "Para ellas es la élite", ha añadido, y ha puesto como ejemplo que verla en persona es "como si llevas a Messi o Ronaldo al entrenamiento de un equipo de fútbol".

Las chicas han ido esperando la entrega de un diploma y la posibilidad de hacerse una fotografía de recuerdo en una fila que parecía no terminar nunca. Solo en ese momento han podido entrar las familias. Dos de las madres de gimnastas del equipo de Barbastro bajaban de las gradas para intentar inmortalizar el momento. "Les ilusiona venir porque ven otra forma de entrenar, de conocer a gente y de salir de su zona de confort", ha explicado Berta Torres, que acudía con su hija Ana, de 10 años, que llevaba desde los cinco entrenando.

Berta Torres y Blanca Lacau en la Masterclass de Darja Varfolomeev en Zaragoza.
De izquierda a derecha, Berta Torres, Montse Vaquero y Blanca Lacau con Candela, Ana y Carlota, en la Masterclass de Darja Varfolomeev en Zaragoza.
Francisco Jiménez

Blanca Lacau, que esperaba a su hija Carlota Armisén, reconocía que es un deporte que requiere esfuerzo pero "lo lleva bien porque si les gusta no es sacrificio". En su caso, entrena cuatro días a la semana y de febrero a mayo empieza la competición. Su hermana pequeña Candela, que no entrena todavía, ya apuntaba maneras haciendo el espagat en el suelo sin perder de vista cómo seguía firmando autógrafos la campeona. 

Para las más mayores la rutina diaria es ir al colegio o instituto y acudir a los entrenamientos, sin tiempo para otra actividad. 

Un regalo de Navidad

El viaje había sido mucho más largo para algunas familias venidas de Cataluña y la Comunidad Valenciana.  "A las 4.00 hemos salido de Elche", ha contado Salvador Navarro, que esperaba el momento de poder hacerle una foto a su hija Julia, de 13 años, con la campeona. Las cinco horas de viaje de toda la familia desde la ciudad alicantina hasta Zaragoza han sido una sorpresa para su hija. "Venir aquí ha sido un regalo por las buenas notas y el esfuerzo de compaginar los estudios con los entrenamientos", ha explicado María Teresa Martínez, la madre de la gimnasta ilicitana. "Cuando se lo dijimos, lloró", ha confesado.

María Teresa Martínez y Salvador Navarro con sus hijos Julia y Salva en la masteclass de Darja Varfolomeev en Zaragoza.
María Teresa Martínez y Salvador Navarro con sus hijos Julia y Salva en la masteclass de Darja Varfolomeev en Zaragoza.
Francisco Jiménez

La familia también se desplazó a Valencia a ver el mundial el pasado mes de agosto. "Fue algo para vivir una vez en la vida. No sé si lo volveremos a ver en España", ha recordado. Julia se ha reunido con ellos con su diploma en mano. Entrena cuatro horas al día, de lunes a viernes,  y pasa "muchos nervios en los campeonatos", pero le compensa. 

"Ha sido increíble", ha dicho otra de las jóvenes gimnastas que corría hacia el corrillo donde se encontraba su madre. Carmen Ortiz, Susana Pérez y María José de Miguel, del club zaragozano de Cuarte de Huerva, esperaban a Vera, Lucía, Manuela, Noemí y Elsa. "Les gusta mucho, pero es sacrificado porque tienen que quitarse horas de estudio, de salir e ir a cumpleaños. Mi hija no ha podido ir a muchos cumpleaños de sus amigas", ha reconocido María José. "Saben que si les toca entrenar no pueden faltar porque fastidian al resto del equipo", ha añadido Carmen. 

Las familias ha coincidido en pedir más apoyo a esta disciplina. "Es un deporte caro", ha señalado. Al gasto del maillot, que uno medio puede rondar los 100 euros, y tienen que tener uno individual y otro del equipo, se suman los aparatos, desplazamientos y cuotas mensuales al club. "Las que tenemos dos hijas, todo es doble", ha añadido Susana. 

La gimnasta alemana tiene pendientes otras dos masterclass en España, una en Gerona y otra en Mallorca y regresa a Alemania.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión