El rastro del Mundial 82 en Zaragoza
Zaragoza quiere ser sede del Mundial 2030. El impacto de este evento en la capital aragonesa y en La Romareda sería aún mayor que el que tuvo la cita mundialista que acogió España.
Hace ahora 41 años, el Real Zaragoza estrenaba la temporada 82/83. A estas alturas, ya había ganado al Betis, al Celta y al Athletic de Bilbao, había empatado con el Barcelona y solo había perdido contra el Real Madrid. Entonces, el club y la ciudad lucía orgullosa las reformas que había recibido La Romareda, ya que solo unos meses atrás el estadio acogió tres partidos del Mundial 82, de nefasto recuerdo para la selección española, pero que dejó un buen legado en las ciudades por las que pasó.
Aquellas obras fueron menores, muy pequeñas en comparación con las que requiere ahora la candidatura para el Mundial de 2030. En los años 80, La Romareda no era tan vieja. Inaugurada en 1957, había sufrido una importante reforma justo 20 años después, en 1977. Entonces se construyeron dos nuevos graderíos y se llegó a los 43.524 espectadores de capacidad. Además, se amplió la cubierta de estas dos zonas y se instaló un moderno videomarcador… que no se quedó después en el estadio. La cifra de espectadores se vio reducida en las obras para el Mundial’82, ya que todas las localidades pasaron a ser sentadas.
De aquel evento apenas queda rastro en Zaragoza. Si acaso el monumento al Mundial diseñado por el arquitecto Francisco Alós, ubicado en una de las esquinas exteriores del campo (junto a la entrada al parking de la plaza Eduardo Ibarra) así como el edificio que sirvió como zona de prensa a los medios desplazados para cubrir los partidos.
Los partidos fueron todo un acontecimiento en una ciudad que se volcó con el Mundial y se inundó del espíritu de Naranjito. Hubo un gran ambiente en Zaragoza en la semana en la que los ojos del mundo fútbol se pusieron en ella. La ciudad acogió tres partidos del Mundial. Fueron tres choques de la primera fase, correspondientes al grupo E, el que enfrentaba a España, Honduras, Irlanda del Norte y Yugoslavia.
Sin embargo ‘la Roja’ -por entonces no recibía este apelativo- no jugó en Zaragoza, sino que disputó todos estos partidos en Valencia. La capital aragonesa acogió un Yugoslavia-Irlanda del Norte (el 17 de junio de 1982, resultado de 0-0), un Honduras-Irlanda del Norte (21 de junio, 1-1) y un Honduras-Yugoslavia (24 de junio, 0-1).
De aquel primer partido, ese 0-0 entre Yugoslavia e Irlanda del Norte, salió un récord que todavía perdura: Norman Whiteside, delantero de Belfast de apenas 17 años y 41 días, se convirtió en el futbolista más joven en debutar en una fase final. Nadie ha superado todavía esta marca.
Sin embargo, en Zaragoza dejaron una huella más profunda los hondureños, que se hicieron populares visitando colegios, puntos emblemáticos como la plaza del Pilar e incluso diversos actos culturales (festival de teatro, concierto de la orquesta sinfónica nacional…) organizados por el Ayuntamiento.
Después de estos partidos, el Mundial dejó Zaragoza y siguió con las siguientes fases en Barcelona y Madrid. La capital aragonesa se tendrá que pelear ahora con un buen número de sedes para traer de nuevo el mayor espectáculo futbolístico del mundo a la ciudad. La huella que dejaría sería mayor que la del 82, ya que La Romareda, esta vez sí, quedaría como el estadio moderno que la ciudad necesita. Un estadio digno que pueda aprovechar el club y que le ponga a la altura del siglo XXI.
