Gran expectación mediática y fuertes medidas de seguridad ante la declaración de Rubiales en la Audiencia Nacional

El expresidente de la RFEF acude a declarar como investigado por el beso en la boca que le dio a Jenni Hermoso.

Decenas de medios se agolpan en la puerta de la Audiencia Nacional esperando a Luis Rubiales.
Decenas de medios se agolpan en la puerta de la Audiencia Nacional esperando a Luis Rubiales.
Sergio Pérez/EFE

La declaración del expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales ante el juez por presunta agresión sexual a Jenni Hermoso está envuelta de una gran expectación mediática, con alrededor de un centenar de periodistas apostados frente a la Audiencia Nacional, y un fuerte dispositivo de seguridad.

En torno a un centenar de profesionales -alrededor de 30 cámaras de televisión y varias decenas de periodistas- esperan la llegada de Rubiales, programada a las 12.00 de este viernes, para declarar como investigado por el beso en la boca que le dio a Jenni Hermoso tras la final del Mundial que ganó la selección femenina de fútbol en Sídney, el 20 de agosto.

Una declaración que ya se sabía que iba a estar rodeada de gran expectación mediática, a tenor del interés mostrado por "medios de todo el mundo", que se han puesto en contacto con el gabinete de prensa de la Audiencia Nacional, según explican fuentes jurídicas.

El edificio del tribunal está custodiado desde primera hora por un fuerte dispositivo de seguridad: se accede a las inmediaciones del órgano judicial tras enseñar la correspondiente acreditación y los periodistas aguardan en la zona habilitada para ello.

Rubiales acudirá a la Audiencia acompañado de su abogada, Olga Tubau, conocida por defender al exmayor de los Mossos d'Esquadra Josep Lluís Trapero también en la Audiencia Nacional por el operativo policial del 1 de octubre de 2017, día del referéndum ilegal de Cataluña.

La Fiscalía cree que pudo cometer un delito de agresión sexual al dar un beso no consentido a Hermoso sujetando con las dos manos su cabeza, según esta misma declaró; y otro de coacciones por las presiones que la futbolista relató haber sufrido de su superior y su entorno profesional para que justificase públicamente lo ocurrido.

El expresidente de la RFEF, que ha mantenido en todo momento que el beso sí fue consentido, volverá a dar su versión de los hechos este viernes ante el juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge, que ya está recabando todos los vídeos de lo que ocurrió, "desde todos los ángulos", de momentos antes y después de la celebración.

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