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El deporte femenino en Aragón: ilusión, esfuerzo, lucha y crecimiento imparable

El número de deportistas federadas en la Comunidad ha crecido casi un 49% en la última década. Sus protagonistas reclaman más igualdad no solo en cuanto a la competición, sino también en otros ámbitos como el directivo. 

Carrodilla Cabestre, durante el Mundial juvenil de carreras por montaña en el que logró tres oros.
Carrodilla Cabestre, durante el Mundial juvenil de carreras por montaña en el que logró tres oros.
FAM

El campeonato del mundo de fútbol con la zaragozana Salma Paralluelo como protagonista, los dos oros en marcha de la granadina María Pérez en el Mundial de atletismo, el segundo puesto de la onubense Carolina Marín en el de bádminton, la plata y el bronce del conjunto español de la oscense Inés Bergua en el de gimnasia rítmica en el que además la utrillense Alba Bautista logró la clasificación para los Juegos Olímpicos,... El deporte femenino español ha experimentado una eclosión de éxitos en los últimos días que, aunque no han tenido fácil llegar al primer plano opacados por la polémica del beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso y todas las consecuencias posteriores, constata el crecimiento que viene experimentando desde hace no solo años sino décadas dentro de un proceso en el que si algo no ha faltado ha sido la superación. Aragón no escapa a esa tendencia y, más allá de los triunfos en la élite, resalta también el aumento de practicantes, algo que asegura que lo que se está viviendo no sea flor de un día y que sirve de agente normalizador en la calle y los terrenos de juego.

En 2012 en la Comunidad había 22.933 deportistas federadas. Diez años después, la cifra, la última de la que dispone el Consejo Superior de Deportes (CSD), era de 34.139, un 48,8% más. Porcentualmente, a nivel global siguen estando en inferioridad respecto a sus compañeros. Son el 22,4% de los 152.416 deportistas aragoneses -una proporción dos puntos inferior con respecto a los datos nacionales-, pero mientras que entre los hombres la cifra ha comenzado a crecer de nuevo tras unos años de retroceso hasta el punto de que aún no se ha recuperado la cota de hace una década -en 2012 había 121.582 por los 118.277 de 2022- en las mujeres se encuentra en sus máximos mostrando además sus propias peculiaridades e idiosincrasia.

En Aragón, la federación con más practicantes es la de fútbol (39.094) seguida de la de caza (27.305) y la de montaña y escalada (16.178). Sin embargo, poniendo la lupa en las deportistas, en ese particular podio solo repite montaña y escalada, también en segunda posición, con 5.869. Le supera por poco la de baloncesto, con 5.996 mientras que por debajo aparece la de voleibol, 3.110.

El camino andado es largo y el que queda por recorrer no le faltan obstáculos, así lo observan varias de las protagonistas del deporte aragonés. Entre las reivindicaciones, la paridad con sus colegas y otras como una mayor presencia en los puestos directivos e incluso un mejor conocimiento fisiológico del cuerpo de la mujer. La meta, la igualdad real. 

«Para que una deportista sea reconocida, tiene que ser alguien extraordinaria, tiene que haber ganado mundiales o europeos», señala Vega Gimeno, una de las referentes del Casademont Zaragoza, campeón de la Copa de la Reina de baloncesto la temporada pasada. «Hay deportistas masculinos que no ganan nada en toda su carrera y, sin embargo, son más conocidos que deportistas femeninas que lo han ganado todo. Eso es algo muy triste, y espero que pueda cambiar ahora», afirma.

"Para que una deportista sea reconocida , tiene que se extraordinaria, haber ganado mundiales o europeos"

Esa equidad Tamara Vázquez la lleva también al terreno del practicante aficionado y de la problemática de la conciliación. «Hay que darse cuenta de lo importante que es que el deporte entre en la vida de la mujer, supone que nos sigamos liberando de ataduras que vienen de la costumbre y la sociedad, implica seguir en la lucha de repartir tareas y responsabilidades», reivindica la mundialista de ironman y campeona de Aragón a lo largo de su carrera de bádminton, canicross y duatlón, entre otros éxitos. «Veo la progresión desde que era pequeña, la cantidad hace mucho y poco a poco somos más. Es una labor muy nuestra de visibilizarnos, algo para lo que las redes sociales han ayudado mucho, de que el resto de mujeres nos vean y que dejemos de pensar que el deporte es cosa de hombres, es apostar por salud y por otros aspectos positivos», asegura.

"Que el deporte entre en la vida de la mujer supone seguir liberándonos de ataduras, implica seguir en la lucha de repartir tareas y responsabilidades"

Lo ocurrido a raíz del triunfo en el Mundial de fútbol confirma que «en la sociedad sigue habiendo machismo». El beso considera que es «un claro acto de autoridad» y demanda «más representatividad femenina en todos los ámbitos, dirigiendo y liderando».

Vega Gimeno califica el Mundial como «muy importante para el deporte femenino». «No sólo para las protagonistas, sino para todas las deportistas en general por la repercusión y el efecto que está teniendo en todos los ámbitos. Sólo con ver cómo estaba Madrid el día de las celebraciones, con la plaza llena, ya es un indicador de la relevancia que ha tenido este éxito. Ha sido una auténtica barbaridad», valora lo logrado por Paralluelo y sus compañeras. 

El crecimiento también lo observa Eva Rico, «especialmente en el fútbol», pero «también en el atletismo», su disciplina. «En el Intec Zoiti han entrado muchas chicas», pone de ejemplo a su club con el que logró el ascenso a Primera, «sin fichar a nadie, todo con gente del club y de Aragón». La marchadora, internacional con España y presente en el último Europeo sub-23, cree que «el deporte femenino va a más porque nos empujamos entre todas». Es oscense, y aunque cree que en Huesca «el deporte está muy bien promocionado», desvela que en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid en el que se encuentra «comentamos que en las ciudades pequeñas no se generan las suficientes ayudas económicas». 

Rico mantiene una buena relación con Paralluelo, que hasta hace no mucho compaginó el fútbol con el atletismo. «Todo lo que está pasando es una verdadera lástima y como mujer deportista resulta preocupante. Un acto que no debería haber ocurrido ha hecho que quede de lado mucho esfuerzo de mucha gente. Hay que quedarse con que han luchado esas chicas», valora alguien que desea estar el año que viene marchando en la Copa del Mundo junto a María Pérez y Álvaro Martín, doble oro en el Mundial. 

"Todo lo que está pasando tras el Mundial de fútbol es una lástima. Un acto que no debería haber ocurrido ha hecho que quede de lado mucho esfuerzo de mucha gente"

Uno de esos grandes hitos de los que habla Vega Gimeno que son necesarios para que las deportistas acaparen la atención lo logró en 2021 María Eizaguerri al ser la primera mujer en conquistar un Campeonato de España absoluto de ajedrez, el sub-18. Su disciplina es una de las que tradicionalmente han estado muy ligadas a la órbita masculina. Esos perjuicios, los encontró de pequeña. «Siempre oías algún comentario típico, no es desprecio, pero no te miran de la misma forma», cuenta, aunque ahora ya no se los encuentra. «Hay muchas menos mujeres, y siempre ha sido así. Ahora ha mejorado mucho la situación con la promoción y se potencia con premios cada vez más elevados. Es un deporte más masculino y se ha de alcanzar esa igualdad», valora alguien que ha conseguido romper todo un techo de cristal.

La situación inversa es la de Inés Bergua, cuyo deporte, la gimnasia rítmica, se liga a la esfera femenina. «Es para ambos sexos y me alegra que en España cada vez lo practiquen más chicos», señala. Ella, como Rico, marchó muy joven a Madrid. Allí compagina el deporte de élite con los estudios de Derecho. «No se pierden cosas, es un intercambio y muchas personas pagarían por representar a tu país y viajar por todo el mundo. Cuando esto se acabe, ya haré todo lo que no puedo en estos momentos», dice sobre la vida que lleva la capitana del equipo español, alguien premiada por el CSD por la conjunción de buenos resultados académicos y deportivos de la que puede presumir.

A principios de mes, Carrodilla Cabestre subió tres veces a lo más alto del podio del Mundial juvenil de carreras por montaña. «Mi disciplina creo que es igualitaria, la mayoría de los corredores son chicos, pero también hay muchas mujeres. A este respecto está bastante avanzada dentro de que hay desigualdades y aspectos en los que se debe avanzar como el conocimiento de la fisiología femenina», disecciona.

«Tengo la suerte de que en mi casa siempre se ha apoyado el deporte, lo llevamos en el ADN, y fuera de ella sí que puede haber quien piense que las carreras por montaña son muy duras, pero por lo general lo que estoy viviendo es muy distinto a cuando jugaba al fútbol, en el que era más difícil que te vieran como una más», cuenta alguien que también ha practicado el atletismo y que, sobre lo ocurrido tras el Mundial, afirma que es «lamentable que una figura de máxima responsabilidad y representatividad se comporte así». «Son necesarios cambios estructurales», reclama. «El deporte no es algo aislado, es un reflejo de la sociedad y por ello debemos reivindicarnos y hacernos oír», reclama.

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