El Consejo de Ministros ahora en funciones se ha fracturado por enésima vez con motivo del 'caso Rubiales' que se originó a raíz del beso forzado que el aún presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) propinó a la jugadora Jenni Hermoso. Las distintas facciones de la coalición coinciden en que se debe forzar la dimisión de Luis Rubiales, pero difieren, y mucho, en el cómo y en el cuándo. El ala socialista recuerda que el Ejecutivo no tiene potestad legal para proceder al cese y que debe ser el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) el que abra la puerta para que se pueda actuar. Sumar, en cambio, sostiene que se ha actuado tarde y mal.

La líder del partido y vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha censurado en los últimos días la tardanza del Ministerio de Cultura y Deportes que dirige el socialista Miquel Iceta en adoptar medidas. La titular de Trabajo no ha escatimado críticas contra la gestión de esta polémica por parte de un Gobierno que, por otra parte, aspira a reeditar junto al PSOE

La líder de Sumar atacó el pasado lunes esta supuesta inacción del responsable de Deportes y lamentó que fuera la FIFA la que hubiera decretado la suspensión cautelar de Rubiales. Si el presidente de la RFEF se encuentra ahora suspendido de sus funciones durante 90 días se debe a la acción del organismo internacional, que sí tiene poder para castigar a sus responsables nacionales.

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Iceta respondió a Díaz al día siguiente. Compareció el Consejo de Ministros acompañado de decenas de folios y con artículos legales subrayados en rojo para recordar que el TAD es un órgano independiente del poder ejecutivo y que, como todo tribunal puede disponer del tiempo que estime oportuno para sus deliberaciones. A partir del momento en el que el TAD anuncie su veredicto, y siempre y cuando este suponga una condena a Rubiales, será cuando el Gobierno tendrá manos libres para relevar al presidente de la RFEF, defendió el ministro en funciones.

"Todos queremos que este asunto se resuelva lo antes posible, pero también debemos garantizar que se haga con rigor y todas las garantías legales para evitar que un recurso pueda revocar las decisiones que se tomen", quiso zanjar Iceta.

Apoyo de Irene Montero

Al ala socialista de la coalición le ha surgido una inesperada aliada. Irene Montero señaló ayer que desde el Gobierno se ha cumplido el procedimiento para desalojar a Rubiales de la presidencia del RFEF. La ministra de Igualdad en funciones y dirigente de Podemos optó por mantener un perfil bajo desde que fue vetada por Yolanda Díaz en las listas de Sumar para el Congreso. En la última semana, no obstante, se ha prodigado en los medios para defender la causa feminista y, de paso, lanzar algún mensaje dirigido a sus socios a la izquierda del PSOE. "Los trámites tienen que seguir su curso", afirmó Montero en contraposición a las críticas de Díaz.

Vox denuncia "una cacería" contra el aún presidente de la RFEF

La formación de Santiago Abascal denunció ayer a través de las redes sociales lo que considera "una cacería política y mediática" contra Luis Rubiales. Vox reconoce que el comportamiento del presidente de la RFEF y su beso a Jenni Hermoso "es incompatible" con su cargo, si bien añade que "comprar el relato de la izquierda que pretende ocultar el fracaso de la ley del sí es sí y blanquear a quienes la han promovido causando la excarcelación masiva de delincuentes sexuales". El PP, por su parte, denunció desde un primer momento y sin paliativos el comportamiento de Rubiales y exigió su relevo al frente de la federación, un movimiento que debe aguardar la decisión definitiva del TAD.