vuelo sin motor
El aeródromo de Santa Cilia vuelve a ser el punto de referencia del vuelo sin motor nacional
Hasta el sábado la instalación de la Jacetania será de la sede del Campeonato de España, en el que toman parte 32 planeadores.
Por segundo año consecutivo, el aeródromo de Santa Cilia ejerce como sede del Campeonato de España de vuelo sin motor. La competición, que arrancó el domingo y se prolongará hasta el próximo sábado, reúne a 32 planeadores, la mayoría de ellos nacionales, aunque, por tratarse de una prueba open, también compiten pilotos extranjeros. Al respecto, destaca la presencia de tres polacos, un alemán y un argentino. Su celebración convierte a la instalación de la Comarca de la Jacetania en el recinto con más actividad deportiva del país dentro de esta modalidad deportiva.
Las condiciones meteorológicas para la semana se presentan excepcionales y en principio parece que ofrecerán posibilidades de marcar pruebas a lo largo de toda la longitud del Pirineo. Así, en la de ayer, domingo, para la clase Open se marcó un recorrido con inicio en Villanúa y el primer punto de viraje se ubicó en Andorra la Vella, seguido de Hecho, el Castillo Mayor (sur del cañón de Añisclo) y Jaca, para completar un recorrido de 504 kilómetros. La clase Club tenía la puerta de inicio en Borau, para seguir hasta Pont de Suert, Hecho, Pico del Vignemale, Yebra de Basa y Jaca.
En la clase Open, el vencedor fue Joachim Krais, del aeroclub FLG Blaubeuren que competía fuera de categoría, tras completar los 504,7 kilómetros en un tiempo de vuelo de 3 horas y 21 minutos a una velocidad media de 150,46 km/h.
En esta categoría un total de siete participantes de los trece que tomaron la salida consiguieron completar la totalidad del itinerario, con el español Carlos González, que fue segundo con un tiempo de 3 horas y 34 minutos y que es el líder del campeonato.
El vencedor en la clase Club fue Jorge Arias que completó en 3 horas y 18 minutos de vuelo un total de 387,77 kilómetros a una velocidad media de 117,37 km/h.
Los planeadores se lanzan gracias a la ayuda de cuatro aviones remolcadores hasta una altura de unos 600 metros en las proximidades del aeródromo.
