Jorge Vilda, entrenador de la selección española, le ha retirado la titularidad en los últimos partidos. Pero Salma Paralluelo no se ha arrugado por esta decisión ni ha perdido peso en el equipo. Al contrario. Como si se tratara de un acto de rebeldía, a cada momento de juego responde con un gol histórico para la selección y, por extensión, para el deporte español. Lo hizo en la anterior eliminatoria, con un tanto en la prórroga, que dio a España el acceso a la semifinal disputada esta mañana. Frente a Suecia, ha repetido su aportación crucial. 

No ha sido titular; pero al término del encuentro ha acaparado titulares. Con razón sobrada. Situada en la posición de delantero centro, ubicación que no es  la más natural para ella, la delantera aragonesa cambió de modo radical el juego ofensivo de España durante la segunda mitad. El equipo de Vilda llegó más. Lo hizo con más mordiente. Creó mayor peligro. Impidió, además, que las centrales suecas vivieran en la comodidad del primer periodo y en la tranquilidad de saberse bases sólidas para su conjunto. 

Hecha esta labor táctica, que forma parte tanto de su haber como de la apuesta estratégica de Vilda, Salma Paralluelo también tuvo de nuevo lo que es más importante en el área rival: el olfato para saber estar en el momento oportuno en el lugar adecuado. En el minuto 81 marcó para España y abrió las puertas hacia la final del Mundial de Australia y Nueva Zelanda. 

Es verdad que enseguida igualó Suecia. Pero España se había demostrado a sí misma, con Salma Paralluelo como referente del ataque, que estaba en la condición necesaria y suficiente para seguir avanzado por donde quería, por encima de la envergadura y poderío físico del bloque sueco. 

Las alas de Salma dieron vuelo a todo el equipo español, que no dejó que el encuentro se fuera a prolongaciones y prórroga. Olga Carmona certificó la victoria española. 

Salma Paralluelo fue nombrada mejor jugadora del partido.