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El Tarazona no puede jugar en su campo Municipal en Primera RFEF

La Real Federación Española de Fútbol exige césped natural, entre otras 11 cuestiones de obligado cumplimiento, para militar en la categoría ganada por los turiasonenses. 

Vista en perspectiva del campo Municipal de Tarazona, de césped artificial, desde una esquina de uno de los fondos.
Vista en perspectiva del campo Municipal de Tarazona, de césped artificial, desde una esquina de uno de los fondos.
SD Tarazona Twitter

La SD Tarazona no podrá jugar en su campo Municipal en la nueva categoría al no cumplir la más importante de las 12 condiciones que exige la Real Federación Española de Fútbol para militar en este escalón semiprofesional creado hace solo dos años: poseer un campo de juego de césped natural.

El club turiasonense tiene como sede local el campo Municipal, que desde hace muchos años es de hierba sintética. Y el epígrafe de requisitos de la federación al respecto de los clubes que tienen opciones de competir en Primera RFEF lo prohíbe taxativamente. Al ser esta una competición nueva, es cierto que el primer año (hace solo dos ligas) sí que se permitió a algunos equipos de los que accedieron a ella en su estreno disputar el torneo en sus estadios de hierba artificial. El caso del Cornellá es el más palmario y conocido. Fue una moratoria de solo una campaña y, si lograban permanecer, entraría automáticamente en vigor la obligatoriedad de instalar césped natural. El equipo catalán, al no poder hacerlo por cuestiones económicas, recurrió a pedir prestado el estadio del Espanyol, que es colindante, y allí ha sido local en el último curso. 

El Tarazona, que llega a Primera RFEF en la tercera temporada de vida de esta competición, no tiene moratoria ni dispensa alguna. O presenta un campo de hierba vegetal o tendrá que buscar una alternativa que, seguramente, lo llevará a jugar como local lejos de la propia localidad turiasonense, tal vez en la vecina ciudad navarra de Tudela como primera opción.

Son 12 los puntos de cumplimiento obligado por los inquilinos de la Primera RFEF. Se trata de los siguientes:

1- Aval bancario del 10% de los gastos de la temporada anterior, nunca inferior a 100.000 euros.

2- Terreno de juego de hierba natural para la disputa de todos los partidos oficiales.

3- Iluminación suficiente (mínimo 600 luxes) para la disputa de un partido oficial en horario nocturno.

4- Estadio con una capacidad mínima de 4.000 espectadores y gradas perimetrales en todo el estadio. Se tendrán en cuenta posibles impedimentos urbanísticos o de configuración del espacio disponible.

5- Mínimo de 18 licencias profesionales.

6- Presupuesto mínimo de 1.500.000 euros anuales para el equipo de la Primera Federación siempre que los ingresos por la cesión de los derechos de televisión sean de un mínimo de 500.000€ de media por equipo que los haya comercializado de forma conjunta y de 700.000€ en cualquier otra circunstancia y momento.

7- Comprometerse a garantizar un salario mínimo de 35.000€ anuales con dedicación completa para todos los jugadores mayores de 23 años que dispongan de licencia profesional siempre que los ingresos por la cesión de los derechos de televisión sean de un mínimo de 500.000€ de media por equipo que los haya comercializado de forma conjunta, un salario mínimo de 28.000 euros anuales cuando el ingreso medio por equipo por la venta centralizada sea superior a los 350.000€ y de 20.000€ en cualquier otra circunstancia y momento.

8- Máximo de 23 licencias de futbolistas en su plantilla, aumentable dicho número a 24 en el caso de tramitar licencias a tres porteros. De las citadas licencias, no podrá haber más de 17 o 18 (en caso de tener 24 licencias) mayores de 23 años.

9- Adscrito a la plantilla, un médico colegiado que deberá estar presente en todos los partidos que dispute el club, y todos los entrenamientos.

10- Además, en todos los partidos deberá estar presente una ambulancia de Soporte Vital Avanzado.

11- Identificación nominal de cada futbolista en la parte superior del dorsal de su camiseta.

12- Medidas de control económico-financiero.

La directiva de la SD Tarazona, que preside Aniceto Navarro, está ya en contacto directo con el Ayuntamiento turiasonense, de nuevo cuño tras las últimas elecciones municipales. El hecho de proyectar el levantamiento del césped artificial e instalar uno natural conlleva una inversión de gran calado económico que, al no saberse cuánto va a durar en el tiempo esta aventura del Tarazona en Primera RFEF, pone en alerta a cualquier analista.

Cuestiones claves relativas al estadio

tiene menú contextual

La construcción rápida de otro campo, contiguo al actual pues terrenos hay de sobra para hacerlo, sería otra salida a este atolladero. Pero, igualmente, onerosa como proyecto.

En Tarazona hay un campo de césped natural desde hace décadas, el del Seminario, que se utiliza normalmente como sede competitiva del equipo local de rugby, una tradición que guarda esta población. Pero proyectar una inversión en ese lugar para adecuar la parte exterior y los accesos es, asimismo, cuestión que genera recelos por tratarse de un volumen dinerario importante que, puestos a gastar, sería más acertado hacerlo en un sitio donde fuese a quedar para siempre y no de modo provisional y volátil.

En definitiva, que si el Tarazona sigue adelante con su ascenso y su competición el año que viene en Primera RFEF, es muy posible que sea Tudela el lugar donde deba jugar como local. Eso será así al menos durante unos meses (cuatro o cinco, como poco), siempre que se encuentre una solución para poder volver un día a alguna instalación deportiva de su municipio.  

La distancia que hay entre Tarazona y Tudela es de 22 kilómetros. En el vetusto estadio Ciudad de Tudela, el mítico Elola Olaso de los años 70, juega el CD Tudelano, ahora en Segunda RFEF, club que también tendrá mucho que decir si se tiene que llegar a esta solución forzosa pues es el inquilino de la instalación.

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