Jefe de la sección de Deportes de HERALDO DE ARAGÓN

Mensajes de los que se entienden

El entrenador del Casademont Zaragoza, Porfirio Fisac.
El entrenador del Casademont Zaragoza, Porfirio Fisac.
Esther Casas/ACB Photo

Al contrario que algunos entrenadores (y muchos cantantes actuales), a Porfirio Fisac se le entiende todo. El entrenador del Casademont habla tremendamente claro. No tiene reparos en mandar los mensajes que cree convenientes a su club, a su plantilla y a su afición. El Casademont consiguió el año pasado una permanencia agónica y, si nada cambia, esta temporada va a camino de tener que sufrir las mismas penurias o parecidas. Cuatro victorias en toda una primera vuelta –a la espera del partido de Valencia– es un balance peligroso, pobre y claramente insuficiente.

Aunque ahora corre más prisa encontrar soluciones que señalar con el dedo al origen de los problemas, Fisac no tiene reparos en apuntar que el equipo ahora está sufriendo la planificación deportiva que se hizo en verano. La apuesta principal, la del entrenador austriaco Martin Schiller, apenas se sostuvo cuatro partidos. Con él se fue el director deportivo que lo trajo, Toni Muedra, momento en el que llegó el propio Fisac. El técnico segoviano se encontró, por lo tanto, con una plantilla que presenta importantes carencias, y con un club sin referencia en la dirección deportiva. Desde entonces, eso sigue igual. En esta entrevista, no hay más que leerla, no oculta su opinión sobre ambos temas.

Lo más urgente, lo dicho, es cambiar la dinámica de las cosas que ocurren sobre la pista. Fisac transmite pasión en cada cosa que hace o que dice. Pero el técnico no encuentra ese mismo entusiasmo en algunos de sus jugadores. No quiere discípulos de pecho frío, sino que busca gente con rasmia, con el arrojo y personalidad necesarios para asumir responsabilidades en el parquet y galones en el vestuario. Eso es, entre otras cosas, lo que Fisac trata de cambiar. Si lo logra, será más fácil encontrar la necesaria conexión con la grada del Príncipe Felipe, y por ahí puede venir buena parte de la permanencia. De momento, la crítica directa de Fisac a los jugadores que buscan su crecimiento individual por encima del colectivo no puede ser más dura y directa.

En este contexto, y como deberes extra, el técnico debe tutelar la entrada de Aday Mara en el baloncesto de elite. Al jovencísimo prodigio zaragozano se le está guiando con cautela para evitar dar algún traspié que entorpezca un camino que de momento no tiene límites. La experiencia de Fisac debe afianzar este modo de actuar, aunque sin reprimir todo lo que Mara puede ofrecer.

Zaragoza y Aragón necesitan al Casademont Zaragoza en la Liga ACB. A Fisac no le queda más remedio que exprimir la plantilla que tiene, sin descartar que el club pueda hacer un esfuerzo extra que aporte la experiencia y la calidad que busca. Del trabajo conjunto de ambos dependerá el futuro de un equipo imprescindible.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión