fútbol regional

Sanciones de hasta 25 partidos a los infantiles del Alfindén por las agresiones en el campo del Cristo Rey

El Comité de Competición también ha clausurado durante tres partidos el campo de La Puebla, al margen de otros castigos a auxiliares y entrenadores del club. 

Campo de fútbol del Cristo Rey, donde sucedieron los hechos.
Campo de fútbol del Cristo Rey, donde sucedieron los hechos.
Heraldo

Severos castigos en el fútbol de formación. El Comité de Competición de la Real Federación Aragonesa de Fútbol (RFAF) acordó este jueves durísimas sanciones a cuatro jugadores infantiles del Alfindén por su implicación en los incidentes ocurridos el pasado 17 de diciembre, en el partido ante el Cristo Rey, que tuvo que suspenderse a los 58 minutos de juego por una batalla campal. Entre estos cuatro futbolistas, los castigos suman hasta 58 encuentros de sanción.

Además, se ha clausurado el campo del Alfindén durante tres partidos oficiales, para los encuentros en los que intervenga el equipo de Tercera Infantil, al que también se le descuentan dos puntos de la clasificación general y se le impone una multa de 400 euros; al margen de otras sanciones a entrenadores y auxiliares del club de La Puebla.

El castigo más elevado contempla hasta 25 encuentros de sanción a un mismo jugador: cuatro “por agredir a un contrario, estando el juego detenido”, según explica el Comité de Competición en su resolución; otros quince “por agredir a contrarios, posteriormente al acto anterior, estando el juego detenido, aplicando la sanción en su grado máximo dado el contexto en que ocurrieron los hechos de especial desvalimiento de los jugadores contrarios, que se encontraban tendidos en el terreno de juego”; y otros seis partidos “por insultar al árbitro de forma grave y reiterada”.

Mientras, otros dos futbolistas deberán permanecer quince encuentros sin jugar, “por agredir a contrarios estando el juego detenido”, de nuevo tras aplicar el Comité de Competición “la sanción en su grado máximo” por el contexto en que ocurrieron los hechos. Asimismo, otro jugador infantil del Alfindén ha sido sancionado con tres partidos “por dirigirse al árbitro con expresiones de menosprecio, tipificadas como graves”, advierte el organismo federativo. 

Los hechos se produjeron el 17 de diciembre, en el campo del Cristo Rey, y, según relata el acta arbitral, el partido tuvo que ser suspendido al sucederse diferentes agresiones que acabaron con varios jugadores del equipo colegial lesionados -dos ellos en el hospital-.

Días más tarde, el Comité de Competición optó por inhabilitar de forma cautelar a cinco jugadores infantiles del Alfindén, a la espera de que se completase el expediente con más información. Cuatro de ellos han sido finalmente sancionados, mientras que el quinto jugador no ha sido castigado al no haber quedada suficientemente acreditada su participación en los incidentes.  

Aunque el Alfindén, en un primer momento, anunció que enviaría un escrito de alegaciones al acta arbitral -incluso señalaron públicamente que el escrito del colegiado estaba “alejado de la realidad”- finalmente no lo hizo. Así, al no haber llegado objeciones en tiempo y forma, el Comité de Competición ha tomado una resolución en base al acta que redactó en su día el colegiado. Y el documento arbitral explica que durante el partido, de Tercera Infantil, hubo insultos muy graves y agresiones (patadas y codazos) por parte de hasta siete jugadores del Alfindén a seis futbolistas del Cristo Rey. El encuentro tuvo que ser suspendido mediada la segunda parte ante la gravedad de los incidentes.

En algunos casos, el acta arbitral llega a contabilizar hasta “15 patadas” en la espalda a jugadores del Cristo Rey que estaban tendidos en el terreno de juego, algo que desde La Puebla han negado reiteradamente. El escrito del colegiado indica también que seis jugadores locales sufrieron lesiones en la espalda, en el tobillo, en la pierna, en el muslo, en la mandíbula y en la rodilla -según detallaron después desde el Cristo Rey, al final fueron contusiones que, afortunadamente, no tuvieron especial gravedad-.

El partido empezó a complicarse en la segunda mitad. En el minuto 50, el árbitro expulsó a un miembro del cuerpo técnico del Alfindén por sus protestas, y siete minutos más tarde hizo lo propio con un jugador visitante que, según refleja el acta, insultó al colegiado.

Posteriormente, y siempre según se desprende del documento arbitral, dos jugadores del Alfindén comenzaron “a dar patadas en la espalda con un uso excesivo de la fuerza a dos jugadores del equipo local que estaban tendidos en el suelo”. En concreto, uno de ellos continuó propinando “hasta 15 patadas” en la espalda a jugadores locales que se hallaban tendidos sobre el terreno de juego, “causándoles lesiones”, al margen de los insultos que ese mismo futbolista del Alfindén lanzó hacia el colegiado. Mientras, el otro de los jugadores del Alfindén que estaba agrediendo en ese instante a los futbolistas del Cristo Rey dio “cinco patadas más” en la espalda a sus rivales. 

El árbitro también señala que hubo “cinco jugadores más del Alfindén que comienzan también a dar patadas, codazos y a empujar a los jugadores del Cristo Rey, teniendo que entrar tanto aficionados del Cristo Rey como su cuerpo técnico para intentar parar la trifulca”. De esos cinco, el colegiado pudo identificar a dos. Fue en ese momento cuando el árbitro decidió suspender el partido. Entonces, entraron en el terreno de juego “siete aficionados del Alfindén” que comenzaron a increpar al colegiado, que fue acompañado a los vestuarios por seguidores del equipo local. “Uno de ellos -en referencia a los visitantes- me empuja por la espalda, sin causarme lesiones ni tirarme al suelo”, redactó en su día el colegiado, que en su escrito también plasmó repetidos insultos procedentes de los seguidores del equipo de La Puebla.

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