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Hispanos del Carmen, la peña más especial del balonmano

El colectivo lo integran internos del centro neurosiquiátrico Nuestra Señora del Carmen. Apoyan al BM Casademont

Diego, Antonio, los internos y muchísimo cariño en esta foto.
Diego, Antonio, los internos y muchísimo cariño en esta foto.
Heraldo

Se extinguió el balonmano de élite en Zaragoza, pero ellos continuaron al pie del cañón. Ahora regresan llenando de color las gradas del pabellón Siglo XXI en apoyo del Balonmano Casademont Zaragoza. Son los Hispanos del Carmen, esa peña tan especial que derriba todas las barreras y demuestra que la integración también es posible desde el deporte. La idea la parió Diego Royo Laviña, coordinador de rehabilitación del centro neurosiaquiátrico Nuestra Señora del Carmen en Garrapinillos y responsable del club deportivo Hispanos del Carmen. La escuela deportiva nació hace 10 años. Su labor ya fue reconocida con el Premio del Ayuntamiento de Zaragoza en 2015 y el de la Real Federación Española de Balonmano en 2016.

"Todos son internos o viven en pisos que dependen del centro. Tenemos equipos de fútbol sala, balonmano, rugby, baloncesto. También, de natación, para internos con patologías determinadas, con diversidad funcional e incluso autismo", apuntó Diego Royo. El equipo de balonmano lo lleva Antonio Solís Pérez, integrador social en el centro. Antonio, igual que Diego, se desvive por los internos. Él les acompaña a los partidos. Los internos siempre van acompañados, siempre están atendidos. "Nos ponemos en una esquina de la grada y animamos al Balonmano Casademont. Es una experiencia enriquecedora para los internos, pues luego pueden emular a sus ídolos", enfatizó Antonio Solís. Hay más deportes. Irene Barrera está dedicada al rugby. Y Jorge Bolea y Mario Germán llevan el balonmano a los colegios.

Antonio antes trabajó en tres centros de menores. "Fue de las mejores experiencias que he tenido. Crecí mucho profesionalmente. Aquí llevo desde abril. Hice las prácticas hace cuatro años. Educar desde el balonmano es maravilloso", reiteró.

Diego Royo lleva en el centro desde 1996. "Somos 140 trabajadores para 270 internos. Llegamos a estar 304 internos. Mejoran mucho los chavales. Realizar actividades deportivas integra. Utilizamos el deporte como una herramienta socioeducativa que les permita estar en un entorno normal. La condición física mejora, pues suelen tener sedentarismo. También mejora la autoestima. El deporte te mantiene activo. Además, te permite conocer gente", explicó. "Al balonmano vamos en furgonetas 12 personas con enfermedad mental o diversidad funcional. Vamos de amarillo y negro", puntualizó Solís.

El nombre de la peña, los Hispanos del Carmen, tiene una razón obvia. "Hispanos, por la selección española de balonmano, que tantos valores ha aportado al deporte y a la sociedad. Y del Carmen, por el nombre del centro. Queremos normalizar y vincular al balonmano. Comenzamos con el balonmano y funcionó, y luego llegaron los otros deportes", continuó Royo.

"La covid nos cortó pero aquí seguimos. Solo pudimos entrenar, apenas podíamos salir del centro. Publicamos todo el trabajo que realizamos en el Congreso Mundial de Educación y en la Revista Científica de Educación Social. Intentamos explicar cómo nos puede ayudar el deporte", concluyó Royo.

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