Fútbol

Nueva travesía del Ebro

El club arlequinado inicia un nuevo curso, en este caso en el difícil Grupo III de Segunda RFEF.

Santigosa, Loscos y Lasso, en los primeros entrenamientos del nuevo curso.
Santigosa, Loscos y Lasso, en los primeros entrenamientos del nuevo curso.
Adrián Monserrrate

Seis temporadas en Segunda B y a punto de iniciar la segunda en Segunda RFEF. La anáfora no es moco de pavo. Más bien, plasma numéricamente el viaje del Ebro, uno de los escasos equipos aragoneses que se ha decidido a traspasar las fronteras regionales y competir en el fútbol nacional, aunque sea en sus arrabales. Ya hace ocho años que el empresario Javier Borao apostó por invertir en un tradicional club de barrio de Zaragoza, el CD Ebro, el equipo de La Almozara. Hasta entonces, desde principios de los 90, un habitual de la Tercera en sus años buenos, y de la Preferente en los menos buenos. Llegó Borao y apostó por Ander Garitano como director deportivo, que, a su vez, apostó por Loreto como entrenador. Ascenso a Segunda B a la primera.

Garitano exige porque se exige, y en Segunda B puso a Emilio Larraz como entrenador. No solo se consolidó en Segunda B con Larraz, sino que acarició el ascenso a Segunda A, hombrada que se define por sí misma, sin necesidad de glosas. Lo peor es que no fue un sueño. Que pudo ser. Ese partido en el campo del Baleares... Las imágenes todavía se pueden ver en ‘youtube’. Los dos primeros goles son de traca… Después llegó Manolo González. Y después, Manolo Sanlúcar. Hace dos años. En plena reestructuración de categorías del fútbol español, la pifió y no logró el ascenso a Primera División RFEF en un grupo sencillo. El año pasado se apostó por Raúl Jardiel como técnico, con Alberto Monsalvo como director deportivo. El club sigue a dos escalones de Segunda A, esto es, a la misma distancia que cuando Borao llegó; pero las emociones de esta aventura, incluidos los careos coperos ante Valencia, Leganés o Celta, no se les arrebatarán jamás.

Ahora nace una nueva singladura. La distribución de grupos de la Segunda B ha dividido a los seis clubes aragoneses: Tarazona, Brea y Utebo jugarán en el Grupo II, junto a equipos navarros, riojanos y vascos; y Ebro, Teruel y Zaragoza B, en el temible Grupo III, junto a catalanes, baleares y valencianos. Ni Arnedo, ni Alfaro, ni Logroñés B, ni Izarra, Ni Mutilvera, ni Cirbonero… Al Ebro le han tocado Espanyol B, Valencia Mestalla, Lleida, Hércules… Muchísimo más difícil el Grupo III que el II, un grupo semejante a la oportunidad que dejó perder hace dos temporadas, cuando resbaló en las puertas de Primera RFEF.

Continúa en el banquillo Raúl Jardiel, que supo enderezar la vertedera el pasado curso para salvar la temporada. Quizá se pagó el peaje de la Copa del Rey. Solo siguen Loscos, Guti, Eder Díez e Iván Elena. Tampoco se contaba con muchos de los que se han ido. Quizá con Nando Quesada, con Rubén Cebollada… Llega el joven Joel Lairla, sensación de la pasada campaña en Tercera. Atrás, se incorporan Borja Aizpún, Manrique, Javi Marcén, Ramsés Perdomo. En el medio, Ibra, Dani Santigosa, Carlos Llamas y Víctor Segura. Y arriba, Dani Salas, Javi Sánchez y Lasso. Al menos faltan tres fichajes más.

Entre tanta incertidumbre, queda la certidumbre que alberga Jardiel. "El grupo es muy difícil, pero ya tenemos un trabajo hecho, una base importante. Nuestro objetivo es ser competitivos frente a unos rivales que nos van a exigir muchísimo. La competición es muy igualada. Ya vimos el año pasado que hubo muy pocos puntos del ‘play off’ de ascenso al descenso. Estoy convencido de que lo haremos bien", concluyó.

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