gimnasia rítmica
La gimnasta Inés Bergua: "La plata del Europeo ha sido una inyección de energía"
La oscense fue una de las protagonistas en la medalla conseguida por España en Israel el domingo, la primera en seis años.
En el mismo día y en el mismo país. La selección española de gimnasia rítmica acabó el domingo pasado en Tel Aviv, Israel, con una sequía de seis años sin conseguir una medalla en un Europeo gracias a la plata que se colgó en la final del ejercicio mixto (cinta y pelotas), todo un logro en el que tuvo un papel activo la aragonesa Inés Bergua, una de las componentes del equipo junto a Ana Arnau, Valeria Márquez, Mireia Martínez, Patricia Pérez y Salma Solaun. "Fue una inyección de energía muy grande, un reflejo de todo el trabajo de la temporada", valora esta oscense de 18 años que se siente ante todo "feliz".
A las chicas dirigidas por Alejandra Quereda, el éxito les llegó en un ejercicio que el día anterior en el concurso general les había costado el podio. Marchaban terceras, pero un error justo al final las relegó a la quinta posición. La historia con los aros fue similar, pero inversa. El sábado lo habían bordado y el domingo una caída les hizo conformarse, de nuevo, con ser quintas en esa final.
La plata no fue ni mucho menos una casualidad. "Sabíamos que teníamos posibilidades porque llegábamos con una nota que nos permitía pelear con muchos países por estar en el podio", explica. "El concurso general se nos resistió, pero de todos los fallos se aprende, el día de las finales teníamos que coger un metal sí o sí", afirma.
Bergua lleva becada en el Centro de Alto Rendimiento desde 2017 y éste es su segundo curso en el equipo nacional absoluto, que en 2021 sufrió una gran transformación con el objetivo de relanzarlo de cara al Mundial de Valencia del año que viene. La primera temporada sirvió para conocer la élite mundial y comenzar a crecer, y en ésta los resultados ya están llegando. "El año pasado mostramos que España volvía y que queríamos luchar por lo mas alto, el comienzo del actual fue duro, pero en las semanas previas al Europeo hubo una gran evolución", apunta. Ese salto del que habla especialmente se dejó notar en las copas del mundo de Pamplona y Portimao (Portugal) en las que se colgaron cuatro platas y un bronce. "Hemos cambiado el código y le damos más importancia a lo artístico, a la limpieza y a la igualdad", señala diferencia con el antes.
En lo personal ha tenido que compaginar los entrenamientos y la competición con cursar 2º de Bachillerato. "Al principio fue difícil y requiere esfuerzo", indica la que ahora será estudiante de Derecho. Sobre el tapiz, se nota "más madura, feliz y segura".
La plata va a dotar al equipo de "fuerza interna". "Nos va a dar más sed de triunfos, de hacerlo mejor en los entrenamientos y de reflejarlo en la pista, nos hemos demostrado que somos capaces", adelanta. El siguiente reto será el Mundial de septiembre en Bulgaria. “Queremos estar arriba”, es ambiciosa.
