La organización estudia la opción de retomar la Quebrantahuesos en septiembre
Los responsables de la marcha cicloturista afirman que en la decisión de aplazarla “la salud ha estado por encima de todo” y consideran que el hecho de que no se celebre el sábado es un duro golpe.
Aunque las afecciones puedan ser numerosas y muchos se hayan sentido frustrados, la organización está más que convencida de que tomó la decisión correcta y de que los problemas que se hayan podido crear tienen un peso mucho menor al de las complicadas situaciones a las que se hubiese podido enfrentar si el domingo a las 7.15 se daba en Sabiñánigo el pistoletazo de salida. Este viernes fue el día después del aplazamiento de la Quebrantahuesos, la marcha cicloturista que con 11.000 participantes es todo un referente a nivel nacional e internacional y que con los 30.000 visitantes que atrae al Pirineo es, más que una cita deportiva, un acontecimiento social. Fue el momento para dar explicaciones sobre una medida de hondo calado, reflexionar y echar la mirada hacia delante, hacia la cima que ahora mismo se encuentra subiendo el Club Ciclista Edelweiss y la empresa Octagon Esedos, los responsables de una prueba que se ha visto directamente afectada por la ola de calor y que como ellos mismos dijeron se encuentran "tocados".
Sabiñánigo es el punto neurálgico de la Quebrantahuesos, ruta de 200 kilómetros con cuatro puertos de montaña -Somport, Marie Blanque, Portalet y Hoz de Jaca- cuyo recorrido se adentra en Francia, y también de su hermana pequeña, la Treparriscos, de 85 kilómetros. Solo ahí se espera una máxima de 38 grados. La situación no será ni mucho menos una excepción y, de hecho, el Gobierno de Aragón ha emitido una recomendación a las federaciones deportivas para que se pospongan todas las competiciones, ya sean al aire libre o en espacios cerrados.
A este respecto, en la rueda de prensa ofrecida por la Quebrantahuesos se reiteró el mensaje ya lanzado el jueves de que la suspensión se había adoptado tras las consultas con las autoridades españolas y francesas basándose, según Xavier Bartrolí, presidente de Octagon Esedos, "en lo más importante de todo, la seguridad y la salud de los participantes, los voluntarios y de todo el mundo que rodea a la marcha". "Pasadas las horas y vistas las reacciones de las diferentes administraciones nos sentimos tranquilos con la decisión", añadió. A este respecto, hay que tener en cuenta que, más allá de los ciclistas, la marcha tiene detrás un dispositivo de mil voluntarios y que cuenta con cientos de efectivos para llevarla a cabo.
Bartrolí fue gráfico a la hora de valorar lo que supone que la Quebrantahuesos no se dispute hoy afirmando que es "un castañazo importante". "Va a generar pérdidas significativas", avanzó, por lo que pidió "ayuda a la administración".
Aún así se mostró optimista mirando al futuro. "Ya trabajamos para poder anunciar la nueva fecha lo más rápido posible, la prueba la vamos a hacer con el nivel de exigencia y calidad requerido", anunció. A este respecto, aunque no haya un día concreto fijado, sí que se sopesa con fuerza que sea en septiembre, al igual que ya ocurrió el año pasado, entonces por la pandemia. Julio se considera que es complicado por el clima y agosto no convence por sus peculiares características. "El foco está puesto en septiembre, pero hay muchas cosas que encajar", reconoció Bartrolí. Y, más allá de lo que acabe ocurriendo, lo que no se baraja es un cambio en el calendario definitivo. "La fecha se decidió hace 31 años y fue muy estudiada en su momento, salvo un agravamiento muy rápido del cambio climático, no hay razones suficientes", valoró Enrique Ascaso, vicepresidente del CC Edelweiss.
El poco margen con el que se decidió la suspensión, menos de 48 horas antes, tiene su razón. En la organización eran conscientes de que el sábado iba a se una jornada de elevadas temperaturas y por ello habían activado un dispositivo especial para reforzar aspectos como los puntos de avituallamiento o el parque móvil de vehículos de evacuación. Los partes anunciaban calor, pero con un par de grados menos que en los días previos. Sin embargo, en la última actualización todo cambió radicalmente, lejos de bajar, el termómetro iba a subir. "Los que fuesen a tardar menos de ocho horas en realizar el recorrido iban a tener temperaturas adecuadas, pero los de la parte de atrás del pelotón, entre 3.000 y 4.000 ciclistas, iban a quedar en situación de mucho peligro en cuanto a deshidratación y golpes de calor", puso sobre la mesa Ascaso.
Su presidente, Fernando Escartín, incidió en esa idea, apuntando también a lo ocurrido hace un año cuando a pesar del frío y la lluvia no se canceló. "Los servicios médicos nos explicaron que del frío es fácil recuperar a un corredor, pero que de un golpe de calor es muy complicado, hubiéramos pasado un día difícil", indicó.
El exciclista profesional dijo entender el enfado "de aquellos que han venido de lugares como Córdoba y Sevilla". Para ellos y el resto de afectados se están estudiando soluciones. El golpe, no es el primero. La edición de 2020 no se celebró por la covid y la de 2021, además de no ser en las fechas tradicionales, se vio muy reducida en cuanto a participación por el mal tiempo. Por encima de todo eso, "la Quebrantahuesos es lo suficientemente fuerte para seguir, es la mejor marcha cicloturista de España y una de las mejores del mundo con diferencia", arengó Escartín.
