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Murcia, el rescate del futuro del Casademont Zaragoza

El Casademont cierra este sábado el curso ante el UCAM con la permanencia en la Liga Endesa ACB en juego. Paradójicamente, perdiendo podría salvarse, y ganando podría descender.

El gigante Hlinason, embarcando ayer rumbo a Murcia.
El gigante Hlinason, embarcando ayer rumbo a Murcia.
Guillermo Mestre

‘Ora et labora’. Reza y trabaja, y/o viceversa. No nos referimos al icónico mensaje monástico benedictino, aunque algo de actitud contemplativa ha habido en la condena del Casademont, sino a lo que le resta por hacer al club aragonés para atrapar la permanencia en la Liga ACB. Porque hoy, en la clausura de la competición en la pista del UCAM Murcia, solo queda trabajar a tope y rezar. Sí, paradójicamente, el Casademont podría salvarse perdiendo, y descender ganando, dadas las múltiples combinaciones de resultados que puede destilar esta jornada final. Salvados Betis y Obradoiro, Fuenlabrada, Andorra, Casademont y Burgos penden de un hilo, de un centímetro, de esa fina línea que separará la permanencia del descenso, el éxito del fracaso. El futuro está en juego en Murcia y el Casademont quiere rescatarlo.

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Hace apenas cuatro días, todo parecía hecho. Después de desarrollar un curso irregular con Jaume Ponsarnau, el club dio un volantazo trayendo al serbio Dragan Sakota, exentrenador del PAOK Tesalónica el día del latrocinio de la Recopa al CAI Zaragoza. O sea, en 1991. ¿Y qué hace un ganador (en fin, ganador...) de la Recopa en los 90 entrenando en 2022? Ya lo estamos viendo... El caso es que, haciendo un gran esfuerzo económico, con los fichajes de un base, Ferrari; de un tirador, Kilpatrick; y de un pívot, Mekowulu, el equipo se apañó. Y en situación límite, con ocho victorias, se ganó con holgura al Obradoiro. Además, tuvimos la suerte de coger al Barça de bajón, y más suerte aún de visitar Lugo con su mejor jugador, Musa, lesionado. Entre unas cosas y otras, nos metimos a cuatro jornadas del final casi salvados. He dicho casi. Con dos partidos para abrochar la permanencia en casa ante el Bilbao y el Andorra, la cremallera se atascó. Mejor dicho, la atascó jugando un baloncesto correctamente dimensionado el Bilbao. Después nos la atascamos nosotros solos ante un Andorra incapaz de ganarle a nadie. Sí, el Morabanc Andorra no le ganó a nadie: perdimos nosotros (80-83).

Entre medio, se cayó con estrépito en Vitoria, pero con el Baskonia en el Buesa Arena tampoco se contaba con rascar nada. Lo grave, lo gordo, fue ante el Bilbao y, sobre todo, con el Andorra. Y así nos hemos plantado en la última jornada tiritando y abrazando la estampita. Conviene ganar, decía, aunque perdiendo también podemos salvarnos, igual que ganando podemos bajar. En esta jornada final están fijados los encuentros Burgos-Fuenlabrada, Andorra-Tenerife y UCAM-Casademont. También podría afectar el Bilbao-Betis, pues aunque el Betis haya salvado ya el pellejo, podría entrar en varios empates. La ecuación buena para el Casademont sería ganar y que perdieran Fuenlabrada o Andorra o Betis. Además, el Casademont también se salvaría incluso perdiendo si gana el Fuenlabrada y pierde el Andorra. Por contra, descendería aunque gane si también ganan Fuenlabrada, Andorra y Betis. También descendería si pierde y gana Burgos, y también si pierde y ganan Fuenlabrada y Andorra.

Además de tener la oreja pegada a la radio a las 20.45 para ver cómo van el resto de los partidos o que el móvil eche humo consultando páginas web especializadas en el baloncesto, el Casademont tiene 40 minutos por jugar. Lo peor, además de depender de terceros, es decir, de no depender de tus mismas fuerzas, es que tendrá que jugar ante un buen equipo entrenado por un gran entrenador, el UCAM Murcia del aragonés Sito Alonso. Equipo con sello de entrenador, el UCAM. Con carácter, con orgullo, con esa palabra tan aragonesa como es rasmia. Por ese carácter, por tener entrenador, por querer y querer hacer cosas, Sito perdió en la ida un partido que tenía ganado en Zaragoza (91-78, 38-48 al descanso). El ímpetu excesivo tiene eso, y a veces condena; pero suele ser positivo, también en baloncesto. Al UCAM no le falta ímpetu. Por eso se metió en la Copa del Rey e incluso tocó las semifinales. Por eso llega hoy a la última jornada con opciones de ‘play off’. Necesita ganar y que pinche el Gran Canaria con el Madrid, hecho probable. También entra en la ecuación el Bilbao. O sea, al UCAM también le va mucho en el careo. En caso de duda, solo hay que leer la columna de ahí mismo a la derecha. Sito Alonso quiere mucho a Zaragoza, se pegó media vida a orillas de Ebro; pero nada le haría más feliz que ganar hoy. Como siempre, sinceridad abrumadora. Poca broma en la cita de esta tarde.

Por tanto, se lo tendrá que currar el Casademont. Y también convendría rezar. ‘Ora et labora’... Hay mucho en juego. Más de 10 años de presencia continuada en la ACB, la maldita covid que cortó nuestro mejor curso, una afición numerosa y entendida que también apoyará hoy, Reynaldo Benito luchando como puede... Con aciertos y errores, haciendo un equipo tarde, fichando al final, perdiendo con quien jamás se podía perder. Pero hay que estar con el Casademont hasta el final. Porque es nuestro equipo, por todo. Nos queda este viaje de despedida. De despedida de la temporada... Murcia, el rescate del futuro. Todo lo demás es ahora secundario cuando lo que está en juego es la permanencia en la Liga Endesa ACB.

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