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Al Dakar con un Panda del 91 | "No sabemos dónde nos hemos metido"
La zaragozana Lidia Ruba participará como copiloto en la próxima edición de la mítica prueba en su modalidad de clásicos. Lo hará con un FIAT Panda 4x4 del año 91 y con fines solidarios.
Lidia Ruba es zaragozana, ingeniera, arquitecta técnica y madre de 3 hijos. Y este próximo mes de enero va a vivir una de las grandes aventuras de su vida: participar en el Dakar Classic, la nueva categoría que la mítica carrera organiza para vehículos anteriores al año 2.000. Lidia será la copiloto de su marido, el catalán Juan Morera, y competirán juntos con un FIAT Panda 4x4 del año 1991 bajo el paraguas del equipo MomaBikes Raid Team.
Se trata del vehículo más pequeño de la próxima edición, que se disputará en las dunas del desierto de Arabia Saudí, con poco más de 3 metros de largo, 1,60 de ancho y sin rebasar la barrera de los 1,80 de alto. El Panda dispone de un motor de 1.400cc, pesa 950kg y cuenta con un chasis reforzado por especialistas expertos en este mítico modelo italiano. "Si terminamos, seremos los primeros en conseguir acabar el Dakar con un Panda", explica Lidia, que también irá acompañada en el equipo por un mecánico italiano especializado en modelos Panda y por un camión Pegaso modelo egipcio (como los tradicionales del Dakar) que competirá en la categoría de camiones y que, a su vez, actuará como vehículo de asistencia.
"Mi marido es el forofo de los coches, el que está vinculado con este mundo y que, poco a poco, me ha ido introduciendo a mí en los rallys. Ya estuvimos compitiendo en Marruecos y ahora hemos decidido dar el gran salto de participar en el Dakar", relata. "Es una carrera a la que le tenemos el máximo respeto pero a la que también vamos con mucha ilusión de terminar. Ese es, de hecho, nuestro gran objetivo, acabar la carrera como podamos, disfrutar de la experiencia y difundir nuestro proyecto solidario de la ONG Bicicletas sin Fronteras", agrega.
Porque esa es la otra pata de la aventura de Lidia y Juan: difundir el proyecto solidario de la ONG Bicicletas sin Fronteras, que ayuda con la cesión de bicicletas durante un año a los niños que tiene que recorrer más de 10 kilómetros al día para acudir a la escuela en Senegal. La meta que se ha marcado el equipo es entregar 500 bicicletas, vía apadrinamiento, de forma que cada donante estará informado del perfil y la evolución del alumno que usará la bicicleta. "Llevamos tiempo colaborando con ellos y queríamos que nuestra gran aventura tuviera un fin colaborativo", apunta la aragonesa.
El Dakar Classic
Y, ¿cómo es un Dakar Classic? "Es la segunda vez que se disputa. El año pasado estuvieron inscritos 20 vehículos y este año se rondan ya los 200. Compartimos campamento, salida y llegada con los del Dakar de velocidad (los Sainz, Peterhansel, Al-Attiyah…) y luego tenemos un recorrido distinto en el que prima la regularidad. Hay que cumplir una velocidad media entre el punto A y el punto B y, si llegas antes o después, te penalizan según la dificultad. Hay tres categorías y nosotros vamos a participar en la más lenta", comenta Juan Morera, que conducirá el coche que copilotará Lidia.
En esta prueba, la labor del copiloto es básica, fundamental. De hecho, el fin de semana del 29, 30 y 31 de octubre el equipo se reunirá en unas jornadas de preparación para el Dakar en Belchite en la que la navegación será una parte clave. "Es crucial tener buena relación con el sistema de navegación y el GPS, por eso estaremos en Belchite ultimando los detalles con el resto del equipo y la gente de la aplicación", relata. "Creo que no somos totalmente conscientes de dónde nos hemos metido, pero afrontaremos la experiencia con la máxima ilusión y ambición. Nos vamos a divertir", concluye la aragonesa.
