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La Trans-Nomad, un tour en las alturas por el Pirineo
Benasque, Chistau y Bielsa acogen por quinta la competición de enduro de cinco etapas.
En la que será su quinta edición crece en duración, una jornada más, y por tanto también en el número de kilómetros que habrá que recorrer ya sea montado sobre la bici o, en lo que se ha convertido en una de las imágenes icónicas de la cita, con ella a cuestas. Los ochenta participantes de la Trans-Nomad, una de las pruebas por etapas más prestigiosas de enduro a nivel internacional y pionera del ciclomontañismo en España, se enfrentan a partir del miércoles y hasta el domingo a un trazado de más de 200 kilómetros con más de 7.000 metros de desnivel positivo y más de 9.000 de desnivel negativo. Serán cinco etapas en las que en cada una de ellas se superará la cota de los dos mil metros de altitud.
Los ciclistas, que llegarán el martes a Benasque, partirán de la localidad ribagorzana y también pasarán por zonas como Bielsa, Pineta y Chistau recorriendo siempre senderos, muchos de ellos -hasta 200 kilómetros- acondicionados por la organización a lo largo de los últimos años y que se han convertido en todo un reclamo para los practicantes de esta disciplina más allá de lo que es la Trans-Nomad. “Es un evento 100% altoaragonés que implica a quince ayuntamientos y a rutas de MTB como la Zona Zero y Puro Pirineo y en el que el que viene repite”, puso en valor este lunes Javier García, uno de los responsables de la organización.
Cada jornada consta de entre 40 y 50 kilómetros. El que realice un mejor tiempo en el computo de los 22 tramos cronometrados será el vencedor. Por el camino habrá transitado por lugares como los puertos de Sahún, Cruz de Guardia y La Madera, protagonista el sábado en la que será la etapa reina entre Chistau y Benasque.
Los participantes, cuyo número se limita por logística y respeto al medioambiente proceden de doce países. Además de europeos no faltan norteamericanos y también gente llegada de Chile. Gabriel Torralba será uno de los nombres más reconocidos. El ‘rider’ de Riglos tomará la salida tras cerrar el pasado fin de semana la temporada de las series mundiales de enduro. Una de las novedades es la inclusión de las bicis eléctricas, habrá quince.
Desde la organización se ha hecho un esfuerzo en cuanto a medidas de prevención sanitaria. Los ciclistas deberán someterse en primer término a un cribado de antígenos y después la intención es crear una burbuja para evitar posibles contagios y demostrar que este tipo de citas son seguras.
