juegos olímpicos

El potencial de Estados Unidos se mide a la amenaza de China

La selección olímpica de fútbol ya está lista para luchar por el oro-El torneo comienza el miércoles y España debutará el jueves ante Egipto a las 9:30 horas.

Simone Biles, compitiendo en Río.
Simone Biles, compitiendo en Río.
EFE / EPA

Cinco años de esfuerzo, con uno añadido por culpa de la pandemia, llegan por fin a su final. Son los días previos al inicio de los Juegos y mientras la tensión, los nervios y las dudas crecen entre los deportistas que se aprestan a competir en Tokio, llega también la hora de los análisis, de las apuestas y de las valoraciones sobre las posibilidades de cada uno de los equipos olímpicos. ¿Será Estados Unidos quien domine de nuevo con mano de hierro? ¿Seguirá el crecimiento de China? ¿Cuál será el rendimiento de los países europeos y quién el invitado sorpresa a las primeras plazas? ¿Y qué pasa con Rusia, el país oculto?

Todas las preguntas comenzarán a resolverse el fin de semana, cuando el evento olímpico deje atrás la ceremonia inaugural y tome velocidad con las primeras finales, aunque será la siguiente semana, con la llegada de un gran deporte como la natación, cuando empiece de verdad la lluvia de medallas y el orden comience a aclararse. Pero Estados Unidos quiere mantener la cómoda hegemonía exhibida hace cinco años ahora en Tokio y es el rey absoluto de la historia olímpica. Entre Atenas 1896 y Río 2016 suma un total de 2.520 metales, 1.022 de oro. Por detrás aparecen Rusia y Reino Unido con 395 y 263 medallas de oro respectivamente, mientras China tiene 227 y Alemania 219.

Esa tendencia se mantuvo hace cinco años y podría servir como referencia de cara a 2021, puesto que se hizo con 46 títulos, seguido de Reino Unido con 27, y China, 26. Los americanos, muy dados a todo tipo de estudios, calculan que estarán en una situación muy similar, en un franja sobre los 43-45 oros en Tokio, y 114 metales en total, algo por debajo de los 126 de Río.

Como suele ser costumbre, el equipo americano hará buen acopio de medallas en grandes deportes como la natación, el atletismo y la gimnasia, aunque en la primera especialidad esté en plena renovación tras la marcha de emblemas como Michael Phelps y con bajas en la segunda debido a los siempre enormemente selectivos 'Trials' y a la sanción por dopaje de Sha Carry Richardson. Aún así, son los reyes del medallero, llevan la segunda expedición olímpica más amplia de su historia con 613 deportistas y tratarán de repetir o aumentar lo que lograron en Río, cuando sumaron medallas en 20 deportes. Tienen cada vez más a favor el programa olímpico, con presencia de disciplinas donde son capaces de brillar y sumar.

Por debajo es donde el orden es más variable, en un espacio donde la situación tan especial que vive Rusia en los Juegos se deja notar. Eterno rival del equipo USA, el deporte ruso sufre un castigo de dos años por dopaje, lo que afecta a su presencia en Tokio como país de forma oficial. Es decir, no estará en el desfile ni ondeará la bandera rusa ni habrá himno. ¿Pero habrá deportistas? Sí, nada menos que 335.

¿Cómo se explica? Porque el COI ha permitido la participación de dichos deportistas tras demostrar que no tienen vinculación con el dopaje. Así que en Tokio competirán bajo la bandera del Comité Olímpico Ruso, con una delegación que supera en medio centenar a la de Río y con el reto de superar las 50 medallas y los 19 oros que se llevaron en los Juegos de 2016, un botín que sirvió para que los deportistas rusos fueran cuartos en el medallero. Meritorio, pero fuera del podio, su hábitat natural, un espacio que han aprovechado perfectamente Reino Unido y China.

Se podría decir que es un duelo entre la tradición y el empuje de una nueva potencia mundial. Reino Unido escoltó a Estados Unidos con 27 oros y vuelve a reunir a una delegación muy potente. Presentan un equipo de 376 atletas en Tokio 2020, pero lo van a tener muy complicado ante la ambición de China, que no quiere frenar su crecimiento en todos los ámbitos, y tampoco en el deporte olímpico. Por eso el Comité Olímpico Chino (COC) envía a la cita una delegación récord de 777 deportistas, su equipo más grande en unos Juegos celebrados en el extranjero, superando los 396 atletas que compitieron en Londres 2012 y los 416 que participaron en Río 2016.

Entre el resto de países presentes destacan dos que tienen el deber de hacerlo bien sí o sí. Uno por supuesto es el anfitrión, Japón, que además del rendimiento deportivo por aquello de jugar en casa, tiene una misión muy complicada en estos Juegos que tanto ha costado que vean la luz. Y es la necesidad de dar la vuelta a la situación, y que la preocupación y el rechazo que genera el evento entre la población local por culpa de la pandemia de paso a la admiración hacia sus deportistas para que en Japón se hable de deporte y medallas y no de contagios. No será una tarea sencilla para un país que se fue de Brasil con doce oros.

La otra expedición referida es la francesa. Los galos tienen París'24 a la vuelta de la esquina y se van a tomar estos Juegos como un test, con la mayor seriedad posible para crear expectativas de cara a dentro de tres años. Por tanto, el reto se encuentra en esa barrera de los diez oros de 2016.

España, entre las 17 y las 22 medallas

Lograr un oro se recompensa con 94.000 euros para el deportista, aunque en deportes por parejas baja a 75.000 cada uno

Los pronósticos más optimistas apuntan a que España puede conseguir entre 20 y 22 medallas en Tokio, lo cual sería un gran registro, teniendo en cuenta que Rafa Nadal y Carolina Marín, dos claros aspirantes a todo, son baja por lesión. Los 321 deportistas que forman la expedición española tienen ese reto, aunque las expectativas más realistas apuntan a una actuación similar a la de Río, cuando se lograron 7 oros y 17 metales en total. El listón en el medallero español se mantiene inalterable desde Barcelona'92 con 22 medallas, de las cuales 13 fueron oro, 7 platas y 2 bronces.

Cada logro, además del reconocimiento público, tendrá su compensación económica, aunque el dinero por cada medalla está congelado con respecto a Río 2016. Las medallas individuales conllevan un premio de 94.000 euros si se logra el oro. La plata está en 48.000 euros y el bronce en 30.000 euros. En los deportes por parejas, el oro supone 75.000 euros para cada deportista, 37.000 la medalla de plata y 25.000 el bronce. Y ya en los deportes de equipo el reparto queda de la siguiente manera: 50.000 para la medalla de oro, 29.000 la de plata y 18.000 la de bronce. La gloria olímpica también se recompensa.

Vistas las estimaciones de las grandes expediciones olímpicas, da la sensación de que en los Juegos se regalan las medallas y llevarse una caja llena es coser y cantar. Pero que pregunten a los 71 países presentes en Tokio que nunca han ganado una presea para entender la dificultad que existe en cada competición para poder estar entre los tres mejores.

En Río 2016 fueron tres países los que debutaron en el medallero y todos ellos con oros: Fiyi (rugby), Kosovo (judo) y Jordania (taekwondo), mientras que en Londres 2012 estuvieron por primera vez en un podio olímpico Baréin, Botsuana, Chipre, Gabón, Granada, Guatemala y Montenegro.

Dentro de Europa, existen siete países que nunca han logrado una presea: Albania, Andorra, Bosnia-Herzegovina, Liechtenstein, Malta, Mónaco y San Marino. En el resto del planeta aparecen lugares como Bolivia, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Birmania, Nepal, Omán, Angola, Cabo Verde, Congo, Malí y Mauritania. Y entre los países que han estado en el podio pero nunca han ganado un oro destacan Malasia y Filipinas, que suman once y diez medallas, respectivamente. ¿Llegará en Tokio el premio a sus esfuerzos?

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