arbitraje

"Durante un partido no me protestan por ser mujer, sino por ser árbitra"

Marta Frías y Paola Cebollada son árbitras nacionales de fútbol 11 y ambas están de acuerdo en que las oportunidades son las mismas para hombres y mujeres. 

Marta Frías (árbitra principal) y Paola Cebollada, a su lado, en un encuentro de Copa de la Reina.
Marta Frías (árbitra principal) y Paola Cebollada, a su lado, en un encuentro de Copa de la Reina.
fef

Fútbol, baloncesto, balonmano, waterpolo, rugby o voleibol. Da igual del deporte que se trate. Ver cómo llega una mujer al terreno de juego para arbitrar un partido ha dejado de ser algo asombroso e insólito para los equipos y los espectadores y se ha convertirdo en algo habitual. A pesar de que históricamente han sido los hombres los que han dirigido los encuentros deportivos, las mujeres se han hecho un hueco importante en el mundo del arbitraje.

“A día de hoy hemos roto la barrera entre hombres y mujeres en el arbitraje: no hay diferencias y tenemos las mismas oportunidades. Es cierto que en mis inicios, en 2002, la situación era diferente y era más raro ver a una chica en el terreno de juego”, ha explicado Marta Frías, árbitra del Comité Técnico de Árbitros de Aragón de fútbol.

"A día de hoy no hay diferencias entre árbitros y árbitras: tenemos las mismas oportunidades"

En la actualidad, hay 33 mujeres en Aragón dirigiendo partidos de fútbol 11 distribuidas en once categorías diferentes.

Marta Frías, extremeña afincada en Aragón desde joven, ha dedicado casi media vida a esta profesión. Comenzó con 20 años, siendo una de las primeras mujeres en dirigir partidos de fútbol 11, y ahora, con 39, es un referente en la máxima categoría nacional de fútbol femenino y pita también encuentros internacionales.

Marta Frías es la única árbitra de Aragón con categoría internacional y una de las más veteranas de España.
Marta Frías es la única árbitra de Aragón con categoría internacional y una de las más veteranas de España.
HA

A largo plazo, aunque solo puede mantenerse activa hasta los 45 años, la meta de Frías es dirigir encuentros de una Eurocopa o de un Mundial, mientras que a corto plazo persigue que cada partido salga bien. Aunque es consciente de que le quedan 6 años, bromea: “No me iré hasta que me echen”. En su palmarés, una final de la Copa de la Reina y un derbi femenino en el Wanda Metropolitano. Y por supuesto, el reconocimiento internacional con la entrega de la escarapela de la FIFA en 2012. “Todo árbitro sueña con ser internacional”, ha asegurado.

¿Cómo se puede llegar a la élite? “Trabajo, esfuerzo y constancia”. Son las tres claves del éxito. “Hay que empezar desde abajo - pitando benjamines y alevines- después, hay que pasar pruebas físicas y exámenes. Más tarde, los informadores van a ver cómo lo haces y vas ascendiendo”. Un camino duro y largo pero al alcance de quien se lo proponga.

Paola Cebollada, árbitra de fútbol 11 de Comité aragonés, tras un encuentro Nacional.
Paola Cebollada, árbitra de fútbol 11 de Comité aragonés, tras un encuentro Nacional.
P. C.

Paola Cebollada es otra de las colegiadas de fútbol 11 del Comité Técnico de Árbitros (CTA) de Aragón con gran proyección, ya que con tan solo 24 años dirige partidos de Tercera División masculina y de Liga Iberdrola: “Es cierto que soy joven para la categoría que pito pero quiero más”. Empezó con 15 años y ahora no se imagina una vida sin la tarjeta amarilla y la roja. Comparte la opinión con Marta Frías de que ahora la situación es diferente pero que continúa escuchando “el típico grito de ¡Vete a fregar!” y lo que más le sorprende es que “es más habitual de las madres”. Los niños también se extrañaban en sus inicios cuando acudía a los terrenos de juego : “Mira es una chica”, solían decir entre ellos.

Sus objetivos pasan por ascender a Segunda División B, la categoría de bronce del fútbol 11 y por supuesto, ser internacional. Cebollada ha declarado que todos los días de la semana dedica un rato al arbitraje, o bien a entrenar, o a estudiar, o por supuesto, a arbitrar partidos.

"La situación es diferente pero sigo escuchando el típico grito de ¡Vete a fregar!"

Compañera de pasión y hobby es María Mateo pero de otro deporte, de baloncesto. “Un árbitro no puede aguantar según que situaciones si no le gusta lo que hace. No cualquiera puede tener este rol: es un perfil no bien visto. Para evolucionar, te tiene que gustar”, ha aseverado esta árbitra, una joven promesa que espera llegar hasta la cumbre. Eso sí, con la filosofía del “paso a paso y partido a partido”.

La aragonesa, de 24 años y con tan solo 8 en el mundo del silbato, ya está en el ‘staff’ Nacional -categoría EBA y Liga Femenina 2 – desde la pasada temporada. “El año pasado debuté como árbitra FEB y ahora ya soy árbitra principal”. Reconoce la importancia de Carlos Peruga, el presidente del Comité de Árbitros de Aragón de baloncesto,  ya que ha apostado por ella en todo momento. “Es muy importante que desde tu Comunidad confíen en ti y yo tuve esa suerte”.

María Mateo, árbitra zaragozana de baloncesto, durante un encuentro Nacional.
María Mateo, árbitra zaragozana de baloncesto, durante un encuentro Nacional.
FEB

“En baloncesto es muy importante el respeto, de hecho, el reglamento castiga mucho los comportamientos inadecuados”. Las protestas son parte del día a día de los árbitros y es importante saber convivir con ellas. De hecho, la mayoría de las ocasiones es “el desconocimiento del reglamento lo que provoca que se genere una protesta”, ha afirmado. El hecho de ser mujer y dirigir partidos ha dejado de ser una novedad también en el deporte de canasta: “No me protestan como mujer, me protestan como árbitra. Antes se sorprendían cuando llegaba a una cancha, pero siempre me han respetado”.

"Antes se sorprendían cuando llegaba a una cancha, pero siempre me han respetado”

En Aragón, hay 40 mujeres en el Comité de Árbitros de baloncesto, 31 en Zaragoza, 5 en Huesca y 4 en Teruel. Cabe destacar que la presencia femenina se ha multiplicado por cuatro en 10 años. En categorías nacionales, hay 28 mujeres dirigiendo encuentros : 2 internacional de la Liga Endesa, 9 de LEB Oro y Liga Femenina y 17 de LEB Plata, EBA y Liga Femenina 2.

Aunque en toda profesión hay una parte buena y una mala, estas árbitras han tenido que buscar en el fondo de sus recuerdos para poder sacar la parte negativa a su profesión. “Déjame que piense… Puede ser que la peor parte del arbitraje, por lo menos en baloncesto, es que la vida del árbitro es muy solitaria, no tienes con quién compartir tus momentos”, ha contado María Mateo. 

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