Una liga de grandes desigualdades

El Tecnyconta ha competido en la pista con solvencia. Sin embargo, en el capítulo de ingresos no puede competir en igualdad de condiciones con los demás clubes del panorama nacional. La ausencia de ayudas al conjunto zaragozano resulta muy significativa, más aún cuando se compara con el resto de los conjuntos de la ACB. Las desigualdades son evidentes. Los clubes transitan a velocidades muy diferentes en los que subvenciones públicas se refiere.

Aragón, de hecho, es la comunidad autónoma que menos ayudas destina al deporte de élite. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Burgos aporta 800.000 euros fijos al equipo de baloncesto en la actual temporada, y también lo hará en las dos siguientes –hasta el curso 2020-21–, según el nuevo convenio municipal que aprobaron todos los grupos políticos, por unanimidad, el pasado mes de abril. Una cifra que, además, aumenta en función de los logros deportivos. Si el cuadro burgalés se clasifica para la Copa del Rey o para los ‘play off’ por el título en las próximas campañas, percibirá otros 50.000 euros del Consistorio; y si finaliza entre los puestos noveno y decimotercero, entonces se añadirían 25.000 euros a la cantidad fija a percibir.

Este nuevo contrato de patrocinio, que sustituye al anterior, supuso un incremento de 200.000 euros por temporada, al margen de facilitar la planificación futura de la plantilla, y de aportar seguridad y estabilidad presupuestaria a un club considerado en Burgos "una herramienta de promoción de la ciudad". Y con el ascenso a la máxima categoría nacional, la Diputación ya aportó en su día 500.00 euros al club.

El Fuenlabrada también cuenta con el apoyo del Ayuntamiento, que aporta alrededor de un millón y medio de subvención. El Unicaja, por su parte, recibe partidas de patrocinios turísticos y la mayoría de sus socios pertenecen a la Administración. La entidad financiera, que es el dueño del club de la Liga ACB, no sólo abona 3 millones de euros por temporada en materia de patrocinio, sino que abonó 5,1 millones de euros, en 2017, para compensar las pérdidas con las que había cerrado el club el ejercicio anterior debido al incremento de gasto de su plantilla. En Andorra, más de la mitad de su presupuesto procede de las instituciones, al margen de disponer de una fiscalidad propia que atrae a mejores jugadores.

Recientemente, el Iberostar Tenerife renovó el acuerdo de patrocinio con el Cabildo por 1,1 millones de euros para el próximo ejercicio. Y en el Herbalife, prácticamente la mitad de sus ingresos proceden del Cabildo de Gran Canaria. El club ha recibido 600.000 euros en concepto de patrocinio desde el Patronato de Turismo por su participación este año en la Euroliga; una cantidad a lo que hay que sumar los 3,2 millones que paga por año el Instituto Insular de Deportes.

Marca Andalucía

Por su parte, el Delteco Gipuzkoa –que ha descendido ahora a la Liga LEB Oro– dispone de una subvención de la Diputación y el Ayuntamiento superior al millón de euros por año. Su principal fuente de ingresos es la Diputación Foral de Gipuzkoa, que aporta 700.000 euros, que se unen a los 300.000 que destina el Ayuntamiento de San Sebastián.

También el Real Betis, recién ascendido a la máxima categoría nacional, contará con una importante subvención de la Junta «por llevar la marca Andalucía por todos los rincones de España.

El Tecnyconta: un éxito deportivo, un quebranto económico