Los cronistas están al pie del cañón. Van a donde está la noticia, recaban información y la muestran al mundo tal y como es. Su oficio consiste en registrar sucesos notables y explicarlos a los lectores de forma detallada y rigurosa, analizando los datos objetivos y aportando un sello personal al artículo. En HERALDO DE ARAGÓN, estos periodistas recorren nuestra Comunidad para acercar la realidad de la tierra a los aragoneses. El orgullo y la responsabilidad de trabajar para una prestigiosa cabecera con más de 125 años de historia forman parte intrínseca de su trabajo.

Están firmemente comprometidos con todos los rincones de Aragón, desde las capitales hasta las localidades más pequeñas. “Ser periodista en Aragón y trabajar recorriendo los pueblos de tu tierra es una auténtica gozada, es un sueño hecho realidad para cualquier profesional”, afirma Pablo Ferrer, periodista de Heraldo y Premio Ortega y Gasset. “Es un aprendizaje diario, donde cada día conoces gente nueva, ves sitios nuevos y, sobre todo, creces personal y profesionalmente”, añade Laura Uranga, cronista del periódico y galardonada también con el mencionado laurel. Para Ramón J. Campo, compañero de los dos anteriores, “contar la historia de Aragón para un periodista de la tierra es un compromiso, un honor y una entrega personal con los aragoneses”.

En un mundo saturado de información, contar con medios de prestigio y profesionales que actúen con rigor es una necesidad cada vez más acuciante. “Escribir en un medio como Heraldo es a la vez un privilegio y una responsabilidad- incide Esperanza Pamplona, subdirectora del medio-. Es la ocasión de contarle a la gente lo que está pasando, de explicárselo y de darles una llave a la libertad”. Javier Rueda, adjunto a la dirección, resalta que ser parte del diario le ha brindado la oportunidad de “aportar un granito de arena para crear una sociedad mejor”.

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El prestigio de cabeceras como Heraldo es un potente aliciente profesional para los cronistas que trabajan aquí. “Es un orgullo, una gran satisfacción y, también, una responsabilidad muy grande porque Heraldo lleva siendo un medio de gran prestigio más de 125 años y debe seguir teniéndolo los próximos cien”, asegura José Miguel Tafalla, jefe de deportes de heraldo.

Para Humberto Menéndez, jefe de Economía, ser cronista de Heraldo significa “informar con rigor, explicar la noticia y exponerla en su contexto” para no dar pie a falsedades o medias verdades.

Además de la parte profesional, los cronistas de Heraldo también sienten su trabajo como un medio para su desarrollo personal. “Aragón es una tierra de sueños, de paciencia, de utopías y, para mí, contar la vida tal y como viene desde Heraldo de Aragón es una de las cosas más bonitas que me han pasado en la vida”, concluye Antón Castro, coordinador del suplemento de Artes&Letras y Premio Nacional de Periodismo Cultural.

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