Jordi Sánchez: "Me encanta mi trabajo, pero me apetece dedicarme a mi familia"

El actor presenta su nuevo libro de relatos, 'Nadie es normal', tras mes y medio ingresado en el hospital por la covid.

El actor Jordi Sánchez, con su libro.
El actor Jordi Sánchez, con su libro.
Planeta

Al actor Jordi Sánchez (Barcelona, 56 años) la visión de la vida le ha cambiado tras su experiencia con la covid. Pasó mes y medio ingresado en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (Madrid), donde estuvo 24 días entubado y sufrió un coma inducido. Ahora presenta un nuevo libro de relatos, 'Nadie es normal' (Editorial Planeta), en el que reúne decenas de historias cotidianas, reflexiones vitales y anécdotas de su profesión.

¿Cómo se encuentra?

Estoy bien, en mi casa, que es lo que quería. Me encuentro bien, salí del hospital y del coma inducido y hace como diez días pude andar por Madrid. Ahora estoy en casa, en Barcelona, y pendiente de coger más fuerza en las piernas. Me voy a la montaña todos los días a hacer ejercicio para estar en verano al 100%.

Le tocará hacer un paréntesis en su carrera profesional...

Terminé 'La que se avecina', participé en un par de películas y estaba haciendo la serie 'Señor, dame paciencia'. He trabajado mucho. Ahora me voy a dedicar a mí y a mi familia. Me apetece muchísimo.

¿Le ha cambiado la visión de la vida con la covid?

Me encanta mi trabajo, pese a que siempre intento sacar tiempo para estar en casa, pero sí. Me apetece descubrir ciertas cosas más allá del trabajo. Era algo que ya sabía. En mis contratos siempre intento, como trabajo mucho en Madrid, estar el jueves en Barcelona, donde vivo. Peleo mucho por tener mi espacio de vacaciones, con mi familia y con mis hijos. Ya lo sabía, pero ahora más.

¿Qué piensa cuando ve que en las calles no se respetan las restricciones sanitarias?

Pienso que nunca se va a terminar con esto, sobre todo cuando ves en las noticias a la gente y parece que no ha pasado nada. Es un desastre. Entiendo que tengas 20 años y que la población tenga ganas de andar, de fiesta. pero nos ha caído una pandemia encima. Y hay que solucionarlo. La única forma es haciendo las cosas bien. Hay una pandemia y un virus que está machacando a la humanidad. Haz lo que te están pidiendo. Me cabreo y pienso que vamos estar con esto mucho más tiempo del que deberíamos, pero cada uno es responsable de sí mismo.

Este nuevo libro de relatos, ¿qué tiene de usted?

Desde siempre he combinado lo de escribir con actuar. Siempre parto de mí, de temas que me interesan. Se conoce mi faceta de actor porque es la que da la cara y está presente en los medios, pero siempre he combinado las dos cosas. En estos relatos he escrito cosas muy personales y otras que nada tienen que ver conmigo. Escribir es muy liberador. En cuanto te preocupa algo, si lo escribes, parece que se esfuma.

Habla en uno de sus relatos de la fama. ¿Cómo la lleva?

La popularidad está muy bien porque la gente, cuando te para, es para alabarte. Es más complicada cuando estás en un espacio público muy grande, donde hay muchísima gente, porque es abrumador y no puedes atender a todo el mundo. Con la covid, he recibido mensajes preciosos de personas que no conozco de nada. Lo que sí tiene la fama es que te acostumbras a que todo el mundo te trate bien.

Límites del humor

¿La pandemia también se puede abordar desde el humor?

Hay quien dice que se puede hacer humor cuando pasa cierto tiempo. Ahora puedes hacer una serie y comedia sobre los nazis, pero después de la II Guerra Mundial eso no se podía hacer. Y un poco parecido pasa con la pandemia. Ha muerto mucha gente, no sé si sería ahora el momento de hacer una comedia.

¿Ya sabe cómo será el futuro de 'La que se avecina'?

No tengo ni idea. Solo sé que Montepinar ya no existe, que es lo que sabe todo el mundo, y que todos nos hemos ido de allí. Que habrá una decimotercera temporada pero no nos han dicho a dónde vamos a ir y si estaremos todos los actores.

¿Qué pensó cuando le ofrecieron a Antonio Recio?

No me lo explicaron. Me dejaron leer un capítulo, y el personaje me pareció graciosísimo. Es homófobo, xenófobo y fascista, tiene todos los elementos concentrados en una misma persona. Es un espanto de hombre, para verlo desde el sofá, pero no lo quieres a tu lado en la vida real. Como era una comedia, la directora, Laura Caballero, me explicó que el personaje tenía que caer bien. Entonces buscamos su parte más infantil. La gente ha cogido cariño a este señor tan malvado que va con pistola por el rellano.

¿Cómo un diplomado en Enfermería acabó siendo actor?

Siempre quise ser actor, pero por estos miedos familiares y propios me dijeron en casa: "Haz primero una cosa seria, que te dé de comer y luego ya, si quieres, hace eso otro". Estudié Enfermería, trabajé como enfermero de traumatología en el hospital Vall d'Hebron, pero mi vocación era la de actor. Me dijeron allí que me iban a dar una plaza para siempre, me dio un ataque y me marché. Los miedos familiares existen siempre, pero uno tiene que tomar su camino. Si te da miedo algo, hazlo. El miedo es el motor de todo.

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