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Las carreras y caídas aragonesas en el 'Grand Prix del verano'

Hace 25 veranos que nació el formato del programa de Televisión Española con ‘Cuando calienta el Sol’.

Publicación de HERALDO sobre la participación de La Fueva.
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"En el campo y en la playa hace calor, la gente se pasea en bañador. El sol aprieta, por fin llegó el verano y viene con este programa de la mano". Esa era la letra que acompañaba a la pegadiza sintonía del 'Grand Prix de verano', "el programa del abuelo y del niño", que también decía la canción. Razón tenían porque lograba que familias enteras se agazaparan frente al televisor, entonces las pantallas todavía no eran planas. En el año 1995 comenzó la emisión de 'Cuando calienta el Sol', el antecesor del 'Grand Prix del verano', de Televisión Española.

En la primera etapa cuatro, pero después dos pueblos españoles acudían al plató para mostrar sus encantos y paisajes, desde la ermita del siglo XVI hasta ese queso de denominación de origen. Y también para demostrar que eran más hábiles que sus oponentes. Dos municipios y dos colores. El azul y el amarillo no hacían verde, al contrario, se repelían para ganar más puntos que sus contrincantes. Robar un pescado o incitar a la vaquilla a que tirase bloques apilados de porexpan podía determinar ir o no a la gran final que auguraba la vuelta al cole.

En la lista de localidades que visitaron el plató del 'Grand Prix del verano' se encuentran 24 aragonesas, con las tres provincias representadas. Algunos de estos pueblos llegaron a la deseada final, como Sabiñánigo (1996), Híjar (2003) o Puertomingalvo (2002), consiguiendo el segundo puesto de la clasificación en los tres casos.

Participaron vecinos de Monreal del Campo, Tarazona, Illueca, Cetina o de Altorricón. También Sariñena, Épila o Andorra. A los que se sumaron La Fueva, Daroca, Pedrola, Casetas, Albalate del Arzobispo, Mallén, Benasque o Fraga. Borja y Valdealgorfa fueron los últimos que demostraron sus habilidades.

Anuncio de la participación de Sabiñánigo en 'Cuando calienta el sol'.
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El azar, el equilibrio o la estrategia estaba bendecida por el desparpajo de la madrina o el padrino. Juan y Medio, Belinda Washington, Yvonne Reyes o Fernando Romay acompañaban a los alcaldes, todos ellos con una voluminosa escarapela en la solapa de la americana o en el tirante del vestido. Cuando todavía no se llamaba 'Grand Prix del verano', sino 'Cuando calienta el Sol', Norma Duval amadrinó a Uncastillo en 1995. Al año siguiente Juncal Rivero hizo lo mismo con Sabiñánigo o Miguel Ángel Tirado, Marianico el Corto, con Binaced en 1997. Por cierto, el humorista aragonés repitió en numerosas ocasiones. En el verano de 1998 Rocío Carrasco, Rociíto, acompañó a La Almunia de Doña Godina y Eloy Arenas a Illueca.

Los troncos locos, la cucaña, el 'rompe puertas' o los bolos formaban parte de la escaleta del programa. Su parte didáctica tenía también gracias a la patata caliente. Ese juego en el que un globo amarillo con unos trazos en rotulador negro hacía las veces de tubérculo. "¿A cuántos metros sobre el nivel del mar está situado el aeropuerto de Valladolid?", preguntaba el presentador. Conforme pasaba el tiempo, el globo cada vez se hinchaba más y el concursante estaba más cerca de terminar con el tenedor de madera en la mano, sin globo.

Sin olvidar la vaquilla. "Maestro Leiva, por favor, clarines y timbales para recibir a La Ola, la vaquilla que más mola", pregonaba el presentador. Ramón García fue el que más noches se coló en los hogares españoles, no obstante, también fue presentado por Bertín Osborne. Este verano, con motivo de las bodas de plata del formato se anunció un regreso a través de Youtube al mando de Ramón García, un programa especial que el de Bilbao desmintió en la cadena autonómica de Castilla – La Mancha, donde trabaja en la actualidad.