¿Busca una pitonisa? Consulte las hojas de laurel
botánica oculta
Los oráculos echaban una de sus ramas al fuego y, según la forma que adoptaba, vaticinaba un hecho del futuro
El laurel (laurus nobilis) es una de las plantas más populares de la cuenca mediterránea y por ello está presente en muchas tradiciones y leyendas mitológicas. Griegos, romanos, cristianos... todos tienen su interpretación sobre la planta, pero la mayoría coinciden en sus propiedades adivinatorias. De hecho, la corona de laurel es uno de los símbolos de la Antigua Grecia y con ella se coronaba a los vencedores en las Olimpiadas. Estaba consagrada a Apolo, dios de la poesía, las artes... y los oráculos. Dafne, ninfa de la que se enamoró Apolo, logró escapar del dios transformándose en laurel; por ello, desde antiguo las artes adivinatorias que utilizan esta planta reciben el nombre de dafnomancia.
La magia del laurel
Un dafnomante solo necesita una rama de laurel y una hoguera. Al echar la rama al fuego, el dhisporroteo, centelleo y humo son los mensajes que debe interpretar. Si la rama se quemaba sin hacer ruido alguno, el futuro era incierto. Si, por el contrario, hacía mucho ruido y causaba un tremendo humo, el mensaje se vaticinaba con total certidumbre. La forma de las llamas podía ser la siguiente:
Anillo: Cambios en la vida sentimental.
Árbol: Trabajo, buenas perspectivas.
Ave: Algo se mueve y está a punto de pasar
Barco: Habrá un viaje largo. Lejanía
Corazón: Alguien está pensando en ti
Espada: Habrá discusiones y peleas.
Flores: Buena señal. Las malas cosas que sucedan serán temporales.
Mano: Un familiar necesita ayuda
Pitonisas y magos también leían el futuro con el laurel masticando sus hojas y entrando en trance. En ese momento, el cliente podía preguntar lo que deseara y le sería respondido. Esta era el método utilizado por las sacerdotisas de Delfos, donde se encontraba el famoso oráculo.