Dos mayores nadan entre peces gato y arapaimas en la Ofrenda subacuática: “Ha sido maravilloso"

Alicia Olivero y Francisco Machín, de 65 y 62 años, han dejado sus flores en un altar instalado en el Acuario de Zaragoza.

Instante de la Ofrenda subacuática, este miércoles en el Acuario
Instante de la Ofrenda subacuática, este miércoles en el Acuario
Javier Cebollada/EFE

A Alicia Olivero y Francisco Machín, de 65 y 62 años, respectivamente, no se les pone nada por delante. Tanto es así que hoy, su devoción por la Virgen del Pilar les ha llevado a sumergirse entre pangas, peces gato, percas y arapaimas para hacer su particular Ofrenda subacuática en el Acuario de Zaragoza.

“Venimos representando a los numerosos mayores que hay en Zaragoza. Es un honor y una responsabilidad”, ha dicho el primero -equipado con gafas, traje de neopreno y bombona- minutos después de depositar sus claveles en un pequeño altar. Para Alicia también ha sido una experiencia “emocionante”. “Yo he hecho muchas Ofrendas de Flores y muchos rosarios, pero esto ha sido increíble”, ha reconocido.

Al otro lado del cristal han estado en todo momento su hijo Gonzalo y su nieta, que no han perdido detalle. “Yo a partir de ahora voy a llamarla ‘La sirenita’. Me estoy quedando alucinado, yo no me hubiera metido ahí ni loco. Además, hace apenas un mes que la operaron de la espalda. Desde entonces tiene más energía”, decía, móvil en mano, animándola con gritos de ‘olé mamá’ y '¡bien mamá!'.

Hasta ahora, ninguno de los dos habían buceado con bombona. “Ha sido nuestro primer bautismo”, aseguraba Alicia, mientras Francisco admitía que hasta la fecha solo lo había hecho, con las gafas y el tubo reglamentario, “en la piscina y en el mar”. “Y no tiene nada que ver”, completaba ella, que aseguraba, ya entre risas, haberlo pasado “fatal” al principio. “He podido hacerlo gracias a la monitora que nos ha acompañado. Mi problema ha sido que no había forma de respirar por la boca, pero ella me ha ayudado a relajarme, me ha apoyado y he conseguido poner por lo menos una flor”, ha explicado.

Pese a todo, en ningún momento han tenido miedo. “Yo creo que los peces nos tenían más respeto a nosotros que nosotros a ellos”, agregaba. Cuando se lo propusieron se quedó “asombrada”. “Me costó decidirme porque, por una cuestión de salud, no debía hacerlo, pero luego dije… Es una vez en vida. Pese a todo, repetiría, y más después de lo que me ha pasado con la respiración”, confesaba.

Francisco, incluso, animaba a uno de sus amigos allí presentes a apuntarse de cara al año que viene. “Tenía que haber venido mi compañero Rafael. Se lo propusieron, pero no sabe nadar. Ha dicho que para la siguiente va a aprender y se meterá”, ha señalado.

Para ambos ha sido una experiencia “maravillosa” que recomiendan “a todas las personas que tengan oportunidad”, ya sea a través de asociaciones o recurriendo al propio Acuario. “Los profesionales son estupendos, ha sido una auténtica gozada el poder estar aquí hoy”, añadía.

Ambos han estado acompañados, además, por Pedro González, todo un experto a sus 12 años. “Me había metido ya un par de veces, y ha vuelto a ser una experiencia inolvidable. Estás bastante relajado porque no escuchas nada. Me lo han propuesto y he dicho que sí a la primera”, comentaba.

Pendientes de la Ofrenda han estado también la titular de Políticas Sociales, Marian Orós, y la concejala delegada de Mayores y Familia, Paloma Espinosa. Esta última ha querido dar las gracias al Acuario por contar con las personas mayores en las horas previas a la Ofrenda de Flores. “Alicia y Francisco son socios del centro de Laín Entralgo y del barrio Oliver y hoy han vivido la experiencia de su vida. Están muy ilusionados”, ha dicho.

También ha aprovechado para anunciar que el acuerdo firmado entre el Acuario y los centros de mayores, que permite a los usuarios de los centros de convivencia comprar entradas a precios “mucho más asequibles”, se renovará ante el “éxito” del año pasado.

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