Como ha sido la tónica durante todas las Fiestas del Pilar, esta noche no cabía un alfiler en las riberas del Ebro. Miles de personas se han arremolinado por el balcón de SanLázaro, los puentes de Piedra y de Santiago, y la arboleda de Macanaz para disfrutar de los fuegos artificiales previos a la traca final. Las de 2022 han sido las fiestas que, por fin, han podido recuperar la ‘vieja normalidad’ y sus últimos compases también fueron multitudinarios.

La sección juvenil del Coro Amici Musicae, dirigido por Vanesa García, se ha encargado de despedir las fiestas entonando el tradicional ‘Somos’ de Labordeta en la plaza del Pilar, donde aún permanecerá la estructura de la Virgen, con sus ocho millones de flores, unos pocos días más. En principio, los técnicos no están citados hasta el miércoles, pero si las condiciones meteorológicas no son las adecuadas quizá tengan que comenzar a desmontar el andamiaje un poco antes.

La única nota negativa de la jornada de ha sido la denuncia de tres agresiones sexistas, que se encuentran en fase de investigación y por las que el Ayuntamiento de Zaragoza expresa su «repulsa y condena». Los actos programados para la tarde se han interrumpido, a las 19.00, durante cinco minutos, y mañana está prevista una concentración a las puertas del Consistorio.

Fotos de los fuegos artificiales y la traca final de las Fiestas del Pilar 2022

«Es muy emocionante poder participar en un acto tan importante como el cierre de las fiestas», decía la profesora de técnica vocal, Vanesa García, poco antes de que el coro juvenil de Amici Musicae se subiera al escenario de la fuente de Goya. «A pesar de ser un coro ‘amateur’, estamos alcanzando un nivel casi profesional, fruto de la energía, la vitalidad y las ganas de trabajar de los coralistas. Nos enorgullece pensar que, tras días tan importantes para la ciudad y después de dos años sin vivir las fiestas, somos nosotros los encargados de compartir este momento con el resto de zaragozanos», añadía.

El ‘Somos’ ha sonado en las voces de unos 70 jóvenes, con una brillante adaptación de la que se hizo cargo el pianista y arreglista Óscar Carreras. El ‘himno’ de Labordeta que acompaña al final de las fiestas desde el año 2010 se adaptó a una versión especial para banda moderna (The Goodband, procedente de la escuela municipal), violín, una docena de voces corales y solistas. «El arreglo está pensado para que crezca de forma progresiva. La introducción juega con la melodía original, interpretada al violín por Clara Morillo, y da entrada a la voz acompañada solo por el piano, para invitar a toda la plaza a cantar con nosotros», explicaba Carreras, sobre una versión que ha durado cerca de cuatro minutos.

Por encima de los árboles

Cientos de personas han disfrutado en la plaza de la interpretación y otras tantas la  han escuchado mientras cruzaban hacia la ribera para ver el espectáculo pirotécnico. Para los primeros cabe decir que Amici Musicae actuará el 24 noviembre en la iglesia de San Pablo y el 19 de diciembre pisarán las tablas de la sala Mozart del Auditorio, mientras que a los segundos seguro que les parece curioso saber que han ardido junto al Ebro unos 800 kilos de pólvora de colores.

Hasta hora y media antes de los fuegos lanzados un año más por Pirotecnia Zaragozana ya había público tomando posiciones en el Náutico o la zona de San Lázaro. Los Bomberos desaconsejaban –sin mucho éxito– ubicarse en el puente de Santiago por si acaso le daba al cierzo por molestar... No ha sido el caso y los miles de congregados se han deleitado con formas de palmeras, destellos de luces y pequeñas acrobacias luminosas, que han explotado a unos 150 metros de altura, lo que ha posibilitado que el público pudiera verlos mucho mejor que el espectáculo de drones del pasado viernes. «Además, aquí huele a pólvora y puedes anticipar el petardazo. El baile de los drones fue un poco decepcionante porque no tenían acompañamiento musical, aunque luego dijeron que había que descargarlo de internet», decía Luis Segarra, apostado en la parte trasera de la Lonja.

En este punto no pocos zaragozanos han apurado sus bocadillos ávidos por ver el relumbrón del cielo, mientras repasaban su álbum fotográfico (en el móvil, por supuesto) de los últimos días. «Los cabezudos se han visto poco este año, pero claro, se conoce que quieren llevarlos más por los barrios», decía Isabel Pardina, al tiempo que opinaba que «los fuegos quizá pudieran lanzarse un poquito antes, que mañana (por hoy) es jornada laboral...». La contraria se la llevaba Kike Fernández, un estudiante que aún anoche tras la traca tenía pensado ir a la zona de los ‘food trucks’ para escuchar un tributo a Queen a cargo de Momo. «Creo que ha sido el año en el que a más conciertos he ido. Me deberían hacer residente de Espacio Zity», bromeaba.

Así se han visto los fuegos artificiales: