fiestas del pilar

Los dances zaragozanos animan una soleada mañana de domingo

Numeroso público asiste a los bailes de cinco agrupaciones folclóricas, que han recorrido en el primer día de fiestas el corazón de la ciudad.

Encuentro de dances en el puente de Piedra.
Encuentro de dances en el puente de Piedra.
Guillermo Mestre

La mañana, luminosa y soleada, ha sido propicia para uno de los actos más simpáticos del primer día de fiestas: el encuentro de dances zaragozanos que este 2022 cumple su sexta convocatoria, sólo interrumpida por los años de pandemia. A las once de la mañana han partido del balcón de San Lázaro cinco agrupaciones con sus estandartes, espadas, palos de boj, trajes regionales y, por descontado, sus músicas de raíz. El puente de Piedra ha sido uno de los mejores escenarios para ver el animado pasacalles, con la clásica estampa del Pilar de fondo. Los grupos han recorrido Don Jaime I y Espoz y Mina, antes de llegar a la fuente de la Hispanidad, donde han concluido sus actuaciones.

"Poder mostrar el folclore en la calles es importante porque está un poquito olvidado. Además, este año parece que todo el protagonismo se lo lleva la jota y hay que reivindicar otros tipos de folclore tan antiguos o más que la jota. Todo tiene cabida", decía Cristina Checa, mayorala de grupo del Dance del Rabal. En su opinión, lo más bonito es "ver cómo la gente se sorprende en la calle de que en Zaragoza exista dance. En casi todos los pueblos lo había, muchos lo fueron perdiendo pero ahora se están preocupando de recuperarlo", afirma, al tiempo que se muestra orgullosa de haber podido reunir este 2022 a cinco grupos, "aunque nos han faltado los de Casetas y Tenerías". Los cinco representados durante el recorrido fueron los de Garrapinillos, el Rabal, el Gancho, San José y el de Monzalbarba que, con sus espadas, fue uno de los más celebrados por el público en el puente. Los espectadores también celebraron que entre los integrantes de los dances había hombres y mujeres de muy distinta edad, así como algunos personajes típicos del folclores como diablillos, que demostraron ser muy diestros con las dulzainas.

"El del barrio de San José es un dance nuevo, un 'neodance', que se creó en 2004 y, por tanto, las músicas y los bailes son creados ex profeso por sus miembros. En este caso no hay una tradición de cientos de años, pero sí estamos haciéndola año tras años", comentaba esta mañana Noemí López Martínez, mayorala de la agrupación. "Una singularidad de nuestro dances es que todos los participantes llevan la misma ropa, sean chicos o chicas", decía, al tiempo que reconocía que a muchos espectadores les sorprende de que haya paloteao en Zaragoza, "porque siempre se vincula más con Huesca o el Pirineo". 

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