fiestas del pilar
Marianico y Esteso, la defensa apasionada de las variedades
El esfuerzo emprendedor de Luis Pardos mantiene en vida el género. Los comediantes saben llegar a un público incondicional.
"Venimos porque ya no quedan en Zaragoza locales de variedades. En el Pilar es en el único momento en que podemos verlos", explicaba Federico ayer a las cuatro y cuarto de la tarde (16.15) en la puerta de la Sala Multiusos. "Y también porque es gratis", precisó sonriente Josefina, su esposa, según confesó después. Los dos integraban una nutrida cola que llegaba hasta las escaleras de la parte trasera. Allí aguardaban al inicio de la función ‘Gracias por venir’, un acto integrado en el programa del Ayuntamiento ‘El Pilar, con nuestros mayores’. "Esto es del Ayuntamiento. Se hacía en tiempos y luego se dejó de hacer. Ahora regresa para las fiestas", confesó Luis Pardos, alma de la revista en Aragón y referente nacional en el género.
Anteayer también hubo función, con variedades por delante y Corita Viamonte después. Ayer actuó Lola Moreno, con canciones de ayer, hoy y siempre: desde Eurovisión, pasando por los ‘sixties made in Spain’ de Los Brincos, hasta acabar con el pop setentero de Abba. Después, variedades con artistas de Aragón. "Aquí también hay artistas, y son muy buenos", subrayó Luis Pardos. Con Corita o con Lola Moreno, lleno a reventar en el Auditorio de Zaragoza. La cosa estuvo tan guapa que alguno hasta repitió y se marcho al World Trade Center para ver el montaje que se traen Marianico el Corto y Esteso. ‘Cómicos y... cabezudos’ se llama la historia que se llevan entre manos este año los referidos. La actuación responde al enunciado. Cómicos y cabezudos con mayúscula. Decía que alguno hasta repitió y, después del Auditorio, se fue al World Trade Center. "Aquí hay que poner (pagar), pero merece la pena", aseguró Federico.
Tenía razón Federico. Precios desde 20 euros hasta las 30 de la primera fila. El reto, de envergadura: hacer variedades en Zaragoza ahora que se ha retirado la indiscutible número uno, Lita Claver ‘la Maña’. Esteso y Marianico (o viceversa) continúan teniendo un público fiel, en su mayoría entrado en edad, que los adora. Ellos también se dejan la piel en el escenario. En esta obra, aparecen como jugadores de baloncesto de la NBA que regresan a un pequeño pueblo de España para repoblarlo. Ya ven, temas de absoluta vigencia... Tras las primeras sonrisas, aparecen Flip-Flap y su rock acrobático. A eso no se atreven Esteso y Marianico: se podrían romper la crisma. Después de una jotica, salen a escena gigantes y cabezudos y una imagen de la Virgen del Pilar. Lágrimas en la sala.
Las lágrimas continúan. En este caso, no son de sentimiento, de emoción, sino de la risa destornillante del monólogo de Marianico sobre orientación sexual. Las voces de Rocío Mohedano (sobrina de Rocío Jurado) y Carlos Vargas precede a Fernando Esteso, que firma otro monólogo para partirse. El número final también es de aúpa, con el baile. Casi dos horas de ‘show’ intenso que, paradójicamente, se pasan volando. Y muchísimo mérito de defenderlo ahora que ya se ha retirado la número uno, la Maña, reitero. La imaginación de Luis Pardos y su pasión por este género y las personas que viven de las variedades hacen que esta expresión artística siga viva en Zaragoza. Mientras viva Luis, habrá revista en Zaragoza.
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