Fiestas del Pilar

Zaragoza sigue siendo de Alejandro Talavante

Duelo de quites para el recuerdo, el que protagonizó con Morante. Urdiales, discreto.

Puerta Grande para Talavante.
Maite Santonja

Pasadas las 17.30, el toque de clarines y timbales daba el pistoletazo de salida a una nueva Feria del Pilar. Clamor en una abarrotada Misericordia, que pidió con sus gritos la "libertad" de la Fiesta. En los tendidos, pancartas para reivindicar los toros en Cataluña. En Barcelona, allá donde Ada Colau prohibió la imagen de un artista rindiendo tributo a sus mejores políticas.


Ya sobre el ruedo, el censurado Morante abrió plaza con 'Carretero', ejemplar propio de Cuvillo al que saludó a la verónica y perdió en el caballo. Se le tapó la salida y se le pico demasiado, antes de que "El Lili' destacase con los palos. Ya con la muleta, el público quiso tanto o más que el de La Puebla, pero la faena no tomó trascendencia.


Sí la tuvo la Urdiales con 'Niñazo', torito no apto para Zaragoza. 

Su lidia fue un despropósito. Enganchón de capote, carreras de banderilleros -con castoreño al quite incluido- y Talavante haciendo toreo de salón como si con él no fuese la cosa. El público perdonó lo presenciado con el de Arnedo cruzado para cuajar dos buenas tandas por el izquierdo. Expuso todo para robar otras tantas por el derecho y acabó con él de estocada pelín desprendida y entera. Murió sin puntilla y Urdiales paseó una oreja impensable durante la lidia.


Todo lo contrario sucedió con Talavante, que calentó los tendidos desde la recepción de capote al tercero. Demostró calidad el negro mulato y lo leyó Morante, que contestó por chicuelinas y una media verónica para el recuerdo. Talavante no perdonó otras tres y remató el duelo de quites por la espalda. La Misericordia se encendió y desmonteró a Trujillo, antes de llevar en volandas la faena de la tarde. Con el natural por bandera, el extremeño bajó la mano y ligó tandas templadas, acompasadas, que bien valieron la Puerta Grande. Dos orejas tras estocada trasera.


Con el cuarto, Morante lo volvió a intentar. Esta vez sí, hizo alarde de vergüenza torera y se arrimó sin opción, antes de pasaportarlo de estocada corta. Se llevó una sonora ovación. 


También Urdiales, después de explotar lo poco que tenía el protesado quinto. Se colocó y dejó bien la muleta, aunque siempre sin ligazón y sin bajar la mano. Su principal defecto. Mató de estocada casi completa y marchó sin pena ni gloria de la capital aragonesa.


Para terminar, con el de la jota, nueva exhibición -sin premio- de Talavante. Destacaron sus estatuarios y un trincherazo para recibir en los medios a 'Pajarero'. Prosiguió esta vez con la derecha y templó desde la muleta hasta la cintura. Al son del toreo armonioso que volvió a enamorar a Zaragoza. La media estocada con cuatro descabellos no emborronaron su excepcional tarde.

Ficha del festejo

Zaragoza. 1ª de feria. Lleno de No hay billetes. Templado, nublado. Desplegada la cubierta de teflón. La corrida entera con luz artificial. Dos horas y diez minutos de función.

Seis toros de Núñez del Cuvillo.


Morante de la Puebla, silencio y saludos. Diego Urdiales, una oreja y saludos. Alejandro Talavante, que sustituyó a Enrique Ponce, dos orejas y aplausos.


Picó con recursos y acierto Óscar Bernal. Buena brega de Carretero. Excelentes pares de Juan José Trujillo y Julio López.