El nuevo sistema de gestión del Registro Civil se pone en marcha en Aragón con anuncios de atascos

Los Letrados de la Administración de Justicia (LAJ), que asumen la función de dirigirlos, critican que el cambio se haga sin más plantilla y sin refuerzos.

Oficinas del Registro civil de Zaragoza
Oficinas del Registro civil de Zaragoza
Aranzazu Navarro

Este 15 de abril entra en funcionamiento el nuevo modelo de gestión del Registro Civil de Zaragoza, que traerá consigo cambios radicales que afectan a la estructura, organización y medios materiales. A partir de hoy, es el Letrado de la Administración de Justicia (LAJ) el que adquiere la condición de Encargado del registro y sustituye en esa función a la figura del juez (que se concentra en exclusiva en las tareas jurisdiccionales). El nuevo sistema, llamado Dicireg, también influye en las tareas de los jueces de paz, ya que pierden todas las atribuciones que tenían relativas al Registro Civil, tales como las inscripciones de nacimiento, defunción y matrimonio, así como la emisión de los respectivos certificados o expedientes.

En un principio, la plataforma informática Dicireg –que sustituye a Inforeg– está pensada para ahorrar tiempo y desplazamientos a los ciudadanos y agilizar trámites en las oficinas de las agrupaciones judiciales de los municipios, que ahora se llamarán Oficinas delegadas de Registro Civil.

Una de las principales novedades y ventajas es que a partir de ahora cada nacido tendrá su hoja de registro individual con un código personal, de manera que en una sola página figurará toda la información de esa persona y los cambios civiles a lo largo de su vida. Además, será accesible a todas las administraciones y se facilitará el acceso telemático del ciudadano a su expediente mediante su identificación electrónica.

La idea es superar las limitaciones del modelo tradicional de libros y registros no conectados entre sí. Sobre el papel todo son ventajas, pero las asociaciones de LAJ, ya han advertido de problemas y disfunciones que podrían acabar llevando al registro al “colapso” si no se adaptan medidas “necesarias” y “suficientes” para evitarlo.

De entrada, señalan que Dicireg funciona muy bien cuando se parte de una inscripción de nacimiento inicial, o certificaciones que no necesitan firma. Sin embargo, tiene un fallo importante: no permite el volcado de datos de la anterior plataforma (Inforeg), de manera que el funcionario debe introducirlos a mano para hacer lo que llaman una “anotación captura”, lo que requiere más tiempo y puede provocar errores. Tampoco hay una tramitación guiada o un ‘árbol’ que facilite el trabajo y el funcionario debe de buscar a mano la resolución adecuada.

En cuanto a la nueva organización, Carlos Artal, representante de la UPSJ (Unión Progresista de Letrados), explica que al desaparecer las funciones de los jueces de paz y el trabajo del magistrado en tareas administrativas, la carga que asumirá de golpe el LAJ Encargado del Registro Civil de Zaragoza es “muy voluminosa”, puesto que “deberá revisar y gestionar el trabajo de todas las oficinas delegadas y comunicar las incidencias que pudieran producirse”. Además, señala, deben de hacerse cargo del funcionamiento de las plantillas de todos los Juzgados de Paz de su demarcación. En el caso de Zaragoza, supone que la LAJ pasar de organizar a 27 funcionarios a 109.

"Esto se sabe -añade-, pero no se ha pensado en aumentar la plantilla de funcionarios, reforzarlo con un segundo LAJ o incluso en crear un Registro Civil más, como existe en ciudades con menos habitantes que la capital aragonesa (la quinta de España) como Alicante o Palma de Mallorca", señala y recuerda que Valencia, por ejemplo, tiene tres registros civiles.

Todo se complica sobremanera si el LAJ debe compaginar la tarea del Registro Civil con la llevanza de un Juzgado Mixto (Civil, Penal y guardias). Este sería el caso de los juzgados de La Almunia, Calatayud, Caspe, Daroca, Ejea o Tarazona. Pero el incremento de funciones no se va a ver recompensado con un aumento retributivo, critica Artal.

Indica que se han reunido con el vicepresidente, Alejandro Nolasco, y la Directora General de Justicia, Esmeralda Pastor, y "han mostrado su buena disposición y apoyo a sus propuestas", que incluiría un segundo LAJ. Recientemente, Pastor reconoció que se pueden causar retrasos y atascos en los trámites por el nuevo sistema y la falta de funcionarios y que son "conscientes" de las carencias.

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