Más de 700 aspirantes en las oposiciones de la Policía Nacional en Zaragoza: "Nos mueve la vocación por servir"
La Facultad de Medicina ha albergado este sábado las pruebas teóricas correspondientes al proceso de selección de la escala básica.
Llevan mucho tiempo preparándose. Para unos es algo vocacional y otros lo afrontan como una apetecible salida laboral. La Facultad de Medicina de Zaragoza fue este sábado por la mañana la sede en Aragón en la que se examinaron 738 candidatos a ingresar en la Policía Nacional dentro de la oposición para la escala básica. En total, para todo el país este año se ofertan 2.458 plazas. El proceso lo iniciaron en octubre más de 30.000 personas y este sábado fueron más de 19.000 los repartidos en diferentes lugares los que se enfrentaron a varios test.
"Se hace duro, son muchas horas en las que hay que estar concentrado y en las que te juegas mucho, el futuro y también todo el trabajo previo que le has puesto", reflexionaba Ana, joven de 25 años que se presentaba por tercera vez y que tiene claro que quiere ser policía. "Nos mueve la vocación por servir", aseguraba.
Para llegar a la etapa de este sábado en lo que es toda una carrera por conseguir la ansiada plaza, a finales del año pasado el pistoletazo de salida lo dieron las pruebas físicas en las que los opositores pusieron a prueba su fuerza, agilidad y capacidad de reacción. Esta mañana comenzó pronto, antes de las 9.00, y acabó pasadas las 14.00. Primero, los candidatos se sometieron a un test de personalidad. Después completaron un cuestionario biográfico, un test psicotécnico, un examen de idiomas -éste de forma voluntaria- y por último la prueba de conocimientos.
"Quiero levantarme por la mañana y sentir que el trabajo que voy a realizar me llena", afirmaba Roberto, de 27 años, llegado desde Teruel. Su deseo es servir "en Seguridad Ciudadana". A Jaime le gustaría entrar en la unidad de guías caninos. Este zaragozano de 24 años estudió primero Derecho y ahora se ha presentado a las oposiciones tanto de escala básica como anteriormente de la ejecutiva.
Lo de Nicolás, de 23 años, es "vocacional" unido a cierto componente familiar. "Mi abuelo fue de la Policía Armada", comenta. Se ha presentado a la oposición varias veces y lo que peor lleva es "la poca antelación con la que se conoce la fecha del examen y el tiempo que pasa desde las pruebas físicas". Jorge, de 23 años, cree que el examen le ha había salido "decente". "La clave es la nota de corte, por bien que te haya salido somos muchos para pocas plazas", indicaba. No en vano, de las 2.458 disponibles, 491 están reservadas para militares profesionales.
A la salida del examen, los abrazos entre los opositores y con los muchos familiares que les esperaban frente a la facultad, y las llamadas telefónicas para contar cómo había ido se sucedieron. Unos pocos lo habrán conseguido, muchos otros lo seguirán intentando. Todos ansían lo mismo, vestir el uniforme de la Policía Nacional.
