En un escenario en el que los vecinos del medio rural sufren un incremento en los robos en viviendas, la obra nueva tampoco se libra. Los cerrajeros de Zaragoza han detectado un aumento de hurtos en las casas de nueva construcción e incluso alertan de que los ladrones se han especializado en la apertura de sus puertas.

Así lo expresa Rubén Arias, responsable en asesoría de seguridad de la empresa Hermanos Justo. "Se ha notado un incremento en los robos, sobre todo en el barrio de Parque Venecia y la parte del barrio de Jesús con el paseo de Longares", comenta. Y se dan, especialmente, en la obra nueva. "Al final, colocan las mismas puertas en todas las promociones de nueva construcción, entonces los ladrones se especializan en abrirlas. Además, suelen buscar barrios donde vive gente joven, para que la vivienda esté desocupada durante el tiempo suficiente como para acometer el hurto", asevera Arias.

Las puertas que se colocan en la obra nueva suelen ser blindadas, pero el problema está en la cerradura, que aunque se abra con una llave plana con agujeros, "los escudos protectores del exterior son huecos" y más vulnerables.  En estos casos, se producen dos tipos de robo: "Los de tres minutos, en los que los delincuentes fracturan el escudo y el bombillo de la cerradura con una mordaza y entran sin hacer ruido; y los que se hacen por técnicas como el 'bumping' (una llave especial), más habitual".

Lo imprescindible en estos casos, añade Rubén Arias, es cambiar el escudo protector de la puerta y el bombillo para colocar uno de alta seguridad. "Además, es importante instalar otro cerrojo con llave exterior. Las puertas de la obra nueva solo tienen uno, y cuando hay dos solo disuaden, ya piensan que van a tardar más tiempo, es más ruidoso y que será más laborioso y no lo intentan", expresa el experto en seguridad. 

En este sentido, el sistema más novedoso combina el colocar las dos cerraduras con unas membranas que detectan el movimiento. "Es una detección electrónica. Lo ideal es colocar las membranas en el exterior y detectan, anticipadamente, que están intentando forzar la puerta", comenta Arias. Muchos sistemas convencionales tipo saltan la alarma una vez se ha producido el allanamiento de morada, pero estos hacen que la alarma se encienda durante el forcejeo de la cerradura. Su coste depende mucho de la puerta, pero se sitúa en torno a 200 euros.

"Siempre hay robos para Semana Santa, pero este año se han dado un poquito antes", asevera Arias. Para verano siempre hay un aumento, ya que los ladrones buscan ausencia para entrar sin mucha complicación. "Los hurtos siguen creciendo. En la obra nueva se coloca la misma cerradura, de la misma marca, del mismo fabricante... Al final, se especializan", sentencia este experto.