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Pena mínima para dos albaneses que robaron en 35 casas en Zaragoza
Serán expulsados de España en mayo tras cumplir dos años de prisión. Los dueños de las viviendas no quedan satisfechos y hablan de “indefensión”.
Se podría decir que por cada robo que cometieron han sido condenados a poco más de un mes de cárcel. Gevalin K. y Nardiella P., una pareja detenida en 2022 tras haber asaltado 35 viviendas, saldrán de prisión en mayo después del acuerdo que aceptaron este miércoles con la Fiscalía. La conformidad evitó la celebración de un juicio para el que se habían reservado dos días en la Audiencia Provincial de Zaragoza, pero quedó lejos de satisfacer a los afectados, los propietarios de las casas.
De inicio para los dos ladrones se pedían cinco años de privación de libertad por un delito de robo con fuerza en casa habitada. Sin embargo, en la conformidad negociada por sus abogados, Enrique Trebolle y Francisco García Berenguer, finalmente se establece una condena de tres -36 meses- en la que el último año será sustituido por la expulsión de España y la prohibición de regreso hasta 2031.
La pareja, de nacionalidad albanesa, actuó en diferentes localidades como Calatayud, Valladolid y Vigo, aunque principalmente se centró en Zaragoza. Entraron en casas de urbanizaciones como Rosales del Canal y Miralbueno. Seleccionaban viviendas en las que previamente se habían asegurado que no hubiese nadie y en ellas buscaban dinero, relojes y joyas mostrando habilidad para escoger las piezas de oro y desestimar la bisutería. En sus allanamientos causaron destrozos en el mobiliario, en ventanas y en puertas.
Ella marcaba el objetivo y vigilaba, él era el que perpetraba el asalto. Ambos cuentan con antecedentes por robos con fuerza. La Brigada Regional de Policía Judicial llevaba varios meses tras su pista y acabó por arrestarlos a primera hora del 29 de mayo de 2022. En el momento de la detención, viajaban en un vehículo en cuyo interior se localizó el botín de sus robos más recientes.
Como testigos estaban citados los propietarios de las viviendas asaltadas, que a la salida de la Audiencia, una vez conocido el desenlace, mostraron su contrariedad al entender que el castigo no era lo suficientemente severo. “No solo sentimos indefensión porque hayan entrado en nuestras casas, sino también respecto a la Justicia, la pena es poca para el daño que nos han hecho”, afirmó Amaya I., una de las afectadas. “Ni siquiera hemos tenido la oportunidad de explicar en el juicio lo que sufrimos”, recalcó.
El robo en su casa se produjo el 16 de febrero. No se topó con los asaltantes por cuestión de minutos. Accedió a la vivienda desde el garaje a las 21.20 y las grabaciones de las cámaras de seguridad de la urbanización muestran como de su casa los ladrones salieron a las 20.52. “Al entrar noté un olor muy fuerte y vi como la puerta de la calle se había quedado abierta”, cuenta. “La sensación de que no estás segura es algo que resulta complicado quitarse”, expone.
