Urbanismo

La obra nueva en Zaragoza ya no tiene locales comerciales: "Puede convertir barrios tradicionales en zonas dormitorio"

El auge del comercio 'online' y la poca demanda por los locales se deja notar en algunas partes de la capital aragonesa, incluso en las más consolidadas.

La promoción Casanate, en el barrio del AVE, tiene a la venta sus locales comerciales y oficinas de la planta baja.
La promoción Casanate, en el barrio del AVE, tiene a la venta sus locales comerciales y oficinas de la planta baja.
Aedas Homes

La típica vida de barrio, de bajar a la frutería de debajo de casa, está cambiando en Zaragoza y en muchas ciudades de España. Hace unos años que las promotoras ya no contemplan los locales comerciales en planta baja (en muchas ocasiones la parcela no lo permite) por la poca demanda y esto puede afectar en cierta medida incluso a las zonas más consolidadas de la ciudad, donde todavía se construye. 

Se suele llamar ciudades dormitorio a aquellas en las que la gente vive, pero no trabaja allí. Este mismo concepto puede trasladarse a los barrios más tradicionales, de toda la vida, según explica Ángel Pueyo, director de la Cátedra Territorio, Sociedad y Visualización Geográfica de la Universidad de Zaragoza. "Se están generando muchas urbanizaciones cerradas dentro de las manzanas consolidadas y eso hace que se pierda un poco la diversidad", comenta. Cita un ejemplo en la avenida de Gómez Laguna, donde se da este caso.

El 'problema' tampoco tiene fácil solución. Las promotoras prescinden de los locales comerciales, ya que estos tienen muy poca demanda lejos del centro de la ciudad, por lo que no se rentabilizan. A favor ganan más viviendas en forma de bajos o hacer los garajes en semisótano, para no tener que excavar, según explica Fernando Baena, el presidente de los Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Aragón y Soria. "Hay más locales que demanda. En la mayoría de ubicaciones en las que se construye no vale la pena por su poco valor", añade. Además, como es lógico, hacer estos espacios también cuesta dinero.

Los nuevos desarrollos residenciales de la ciudad, situados en la periferia, deben tener un porcentaje mínimo de locales para garantizar, como es lógico, los servicios básicos. "En Arcosur, por ejemplo, sí que hacen falta, porque además cuestan poco dinero hasta que llegue todavía más población", dice Baena. La cosa se complica más cerca del centro, en otros ámbitos urbanísticos más cercanos. Por ejemplo, en Valdefierro, en la zona del corredor verde, donde varias promociones en construcción no disponen de locales comerciales y algunos vecinos critican que esta parte "se está convirtiendo en una zona dormitorio". "Así no se genera vida de barrio. Falta algún local para toda la gente que viene a vivir a lo que antes era un descampado", reconoce una vecina.

El interior de una urbanización cerrada de reciente construcción en Parque Venecia.
El interior de una urbanización cerrada de reciente construcción en Parque Venecia.
Ebrosa
Construcción de viviendas de obra nueva junto al corredor verde en Valdefierro
Construcción de viviendas de obra nueva junto al corredor verde en Valdefierro
Guillermo Mestre

Por ejemplo, hace un año que se entregó la promoción de viviendas Casanate, en el barrio del AVE. Aedas Homes todavía comercializa los locales a pie de calle y las oficinas. En su buscador, aparecen ocho espacios a la venta, algunos de ellos con salida de humos, que van desde los 200.000 euros hasta los 400.000 euros. Por contra, en otra construcción de la promotora en Arcosur, tan solo les queda un local a  la venta.

En la otra parte, está la gente que prefiere este estilo de vida más tranquilo, lejos del bullicio que puede causar, por ejemplo, el tener un bar justo debajo de casa. "Si no tenemos un tejido comercial, que es el que producía movilidad dentro de las áreas residenciales, puede llevarnos a una cierta conversión de los barrios tradicionales en zonas dormitorio", expresa Pueyo. Esto es contrario a la premisa de las ciudades de los 15 minutos, un modelo residencial del que Zaragoza puede sacar pecho.

Para Ángel Pueyo, lo más dañino está siendo el comercio 'online'. "Su auge produce un vaciado de los espacios comerciales en calles de los barrios más populares, lo que conlleva una desvitalización", apunta. Por delante de estas urbanizaciones más cerradas no habrá tránsito, al no haber comercio. Simplemente, gente entrando y saliendo de sus casas, que no tiene por qué ser malo. "Sería importante que al menos los comercios básicos sí que estuvieran con cierta proximidad dentro de los barrios, lo que generaría una complementariedad a la vida", asevera.

En la imagen, un mapa sobre los equipamientos básicos cercanos a las viviendas de Zaragoza. Se muestran algunos portales en Valdespartera. Los coloreados en rojo son aquellos que no tienen equipamientos como bibliotecas o paradas de autobús en menos de 300 metros.
En la imagen, un mapa sobre los equipamientos básicos cercanos a las viviendas de Zaragoza. Se muestran algunos portales en Valdespartera. Los coloreados en rojo son aquellos que no tienen equipamientos como bibliotecas, centros de salud o paradas de autobús en menos de 300 metros.
Historia de Datos / Ayuntamiento de Zaragoza

Los supermercados, clave

Los supermercados han vivido la situación contraria en Zaragoza. Pueyo especifica que los hipermercados son los que se han desplazado al centro de la ciudad para favorecer la 'emigración' del súper de mayor o menor medida en establecimientos donde antes había ultramarinos. "En la zona de San Pablo, en el Casco Histórico, este tipo de comercio había desaparecido en los años más duros. Ahora ha habido una recomposición que le ha dado más vida. Hay una panadería en la calle de Predicadores, por ejemplo...", ilustra Pueyo. "Y dan cierta vida al entorno".

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