semana santa

La procesión de las Esclavas viste de luto Zaragoza, con campanas y tomillo

La congregación de Esclavas ha recorrido parte del Casco Histórico de la ciudad, desde San Pablo hasta el Santo Sepulcro, que se encuentra en el Boterón.

Procesión de la Soledad de la congregación de las Esclavas de Zaragoza
Procesión de la Soledad de la congregación de las Esclavas de Zaragoza
Francisco Jiménez

Las pequeñas flores de los ramilletes de tomillo atados por una cinta roja ha sido el único color que se apreciaba en la procesión de la congregación de Esclavas de María Santísima de los Dolores, que ha recorrido el centro de Zaragoza con su Virgen de la Soledad.

El sonido de las campanas ha marcado el itinerario desde la iglesia de San Pablo hasta San Nicolás, así, el luto ha trazado un puente entre el Gancho y el Boterón. El sol ha acariciado el dolor de esta procesión y los tupidos velos de las hermanas esclavas han bailado con el viento.

En su camino, han orado ante el Cristo de la Cama, que se encuentra en San Cayetano junto a otras tallas que no pudieron salir este viernes a causa de la lluvia. Su paso por el modernista Mercado Central, la calle de Alfonso I, la plaza del Pilar o por el paño mudéjar de la Seo han sido algunas de las estampas más buscadas por los cientos de personas que han seguido la procesión.

Posiblemente, en la plaza de San Pablo y en la calle del Sepulcro se ha concentrado la mayor parte del público. Solo algunos murmullos y el tañer han perturbado el silencio. A las puertas de San Nicolás, en el convento de las canonesas, también se han escuchado jotas dedicadas a la Virgen en el acto de la Soledad. "Vamos a rezar un 'Ave María' para los difuntos de nuestras esclavas y de todos los que nos acompañan", invitó una hermana al terminar.

La congregación de Esclavas ha recorrido parte del Casco Histórico de la ciudad, desde San Pablo hasta el Santo Sepulcro, que se encuentra en el Boterón.
La congregación de Esclavas ha recorrido parte del Casco Histórico de la ciudad, desde San Pablo hasta el Santo Sepulcro, que se encuentra en el Boterón.

La Virgen de la Soledad es una talla atribuida a Carlos Palao Ortubia, que procesiona sin joyas ni corona, algo que no es muy habitual en este tipo de tallas. Sobre el pecho luce una condecoración concedida durante el reinado de Isabel II y en una mano lleva un pañuelo blanco y la corona de espinas de verdad. Viste de terciopelo negro, tanto el hábito como el manto. Ambos están bordados con azabache, lentejuelas y cristal negro, en muchos casos procedente de los vestidos de novia de algunas esclavas.

Tras las hermanas de mantilla, la presidencia y las representaciones, este paso ha estado arropado por decenas de devotos, algunos vecinos del barrio de San Pablo.

Una oración continua en el Santo Sepulcro

Mientras la congregación de Esclavas ha continuado su regreso a San Pablo, a las puertas de San Nicolás se ha agolpado numeroso público para orar en el interior del Sepulcro. El soleado día se convierte en penumbra en torno a la recreación de la sepultura de Cristo

Está organizado por la Muy Ilustre y Antiquísima cofradía del Santo Sepulcro de Nuestro Señor Jesucristo pertenecieron o estuvieron vinculados importantes nombres de la ciudad, como el tío Jorge o la condesa de Bureta, ambos héroes de los Sitios de Zaragoza. Se puede visitar hasta las 20.00 y este sábado, de 17.30 a 18.30 se rezará el rosario acompañados de grupos de joteros

Durante todo el día, los hermanos hacen vela de media hora y durante todo el día los ciudadanos adoran las imágenes. El silencio y el olor a tomillo se apoderan del espacio. Todas las miradas van directas a la antiquísima talla de Cristo que yace en el centro de las figuras de María, María Magdalena, San Juan, María de Cleofás y María Salomé. 

A la entrada se puede comprar pan bendito y se entregan estampas y ramilletes de tomillo con una cinta roja. Una curiosidad de esa cinta es que la pasada Semana Santa permaneció bajo el Cristo y fue cortada en trocitos. Este año hay otra pieza que será dividida y repartida al año que viene.

El Domingo de Resurrección -en horario de 10.00 a 12.30 y de 16.30 a 19.00- se dispondrán las figuras de una "forma nunca vista", ha anunciado la hermana secretaria de esta cofradía. Desde la pandemia no lo habían celebrado, pero este año han recuperado la apertura el lunes. Si este sábado se reparte tomillo, a partir del domingo será también laurel, como símbolo de la victoria de la vida sobre la muerte.

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