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Primera 'cumbre' de los nuevos alcaldes de los barrios rurales de Zaragoza
Se reúnen en el salón de plenos de la Casa Consistorial tras su toma de posesión hace una semana.
Hace una semana que tomaron posesión de su cargo. Son los ojos, los oídos y la voz del gobierno municipal en los barrios rurales de Zaragoza, tal y como les dijo en ese momento la alcaldesa, Natalia Chueca, tras colocarles uno a uno la banda correspondiente al puesto que ejercerán durante los próximos cuatro años. Este miércoles los nuevos alcaldes de estas zonas de la ciudad se han reunido en el salón de plenos del Ayuntamiento en su primer consejo ordinario.
Se trata de un encuentro, sobre todo, protocolario, en el que, en primer lugar, se les da la bienvenida a su nueva casa. Se ha hablado sobre todo, según indican fuentes municipales, de cuestiones generales del funcionamiento del consejo y se les ha proporcionado "indicaciones de cuestiones de interés para ellos". Igualmente, se ha tratado también el estado del convenio con la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), mediante el cual se financian las obras e inversiones en estas zonas, con la construcción de nuevos equipamientos y la renovación de calles en mal estado a la cabeza.
En este sentido, el alcalde de Garrapinillos, Mariano Blasco, ha explicado que todavía restan por acabar algunos de los proyectos incluidos en el acuerdo que se firmó (tras dos prórrogas) para el periodo comprendido entre 2017 y 2023. Mientras, el actual, que debería finalizar en diciembre de este mismo año, alcanza alrededor de un 30% de ejecución, según ha dicho. No obstante, la concejala delegada de Barrios Rurales, Paloma Espinosa, ya anunció que la intención del Ayuntamiento es ampliar también su vigencia.
El encuentro ha durado alrededor de tres horas y han acudido, además de los alcaldes, Espinosa y el concejal responsable del Área de Participación, Alfonso Mendoza. También se ha informado del presupuesto municipal que se destinará durante este ejercicio a estas áreas pedáneas, que se incrementa un 10% conforme a años anteriores.
Los alcaldes han puesto sobre la mesa los principales problemas o reivindicaciones en sus barrios rurales y han insistido en la necesidad de contar con suficiente financiación. Normalmente, el consejo se suele reunir cada tres meses, aunque en las últimas ocasiones se ha dilatado cinco, según Blasco.
