Condenado a seis años de cárcel por violar a una menor junto a una discoteca en Zaragoza

Cristian Stiven Mondragón ha sido condenado a seis años de prisión y al pago de 12.000 euros en concepto de responsabilidad civil por un delito de agresión sexual. La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Zaragoza considera probado que este joven de 27 años violó el 22 de enero del año pasado en la zona exterior de la discoteca Supernova de Zaragoza a una menor. La había conocido minutos antes en el interior del local y la convenció para salir fuera con el pretexto de venderle ‘cristal’, una droga. En lugar de eso, y pese a su negativa, la forzó llegando a penetrarle en tres ocasiones.

Para determinar la culpabilidad de Mondragón, el tribunal ha considerado clave la verosimilitud del relato de la víctima y de los encargados de seguridad de la discoteca que le ayudaron. También ha tenido gran peso el hecho de que en las muestras recogidas se encontrase ADN del acusado.

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La agresión se cometió junto a la ribera del Ebro a unos cien metros del complejo hostelero. El condenado llevó hasta ahí a la la chica, entonces de 17 años, y le propuso mantener relaciones, pero ella se negó aduciendo que tenía novio. Él siguió insistiendo hasta arrinconarla contra un muro, agarrándola del brazo y cogiéndola por el cuello. La forzó y, aunque la joven opuso resistencia física, la tiró al suelo para continuar satisfaciendo sus instintos libidinosos a pesar de las suplicas para que parase. Finalmente, la menor logró zafarse y busco refugio dentro de la discoteca, donde avisó al encargado de seguridad de que había sido violada.

En la detención de Mondragón, cuya defensa fue asumida por la abogada Marina Ons, fue clave la intervención del servicio de seguridad del local. Al marchar hacia la ribera junto a su víctima, el agresor había llamado por teléfono a un amigo para comunicarle donde se dirigía. Al tener su compañero activada la opción de manos libres, la conversación fue escuchada por dos empleados de seguridad del local a los que les sonó sospechosa. Así, una vez vieron llegar a la menor con la cara desencajada, salieron en busca del agresor y su amigo. Ambos emprendieron la huida, pero fueron detenidos por agentes de la Policía Local y de la Policía Nacional.

Tras la violación, a la víctima -representada por el letrado Mariano Mata- se le diagnosticó estrés postraumático. Después, le fue pautado un tratamiento farmacológico y ha tenido seguimiento psiquiátrico.