urbanismo

Así está quedando la segunda fase de la residencia Pontoneros de Zaragoza y el anfiteatro

Se está construyendo en el edificio situado en Madre Rafols 8-19-12, catalogado de interés monumental. Permitirá albergar en total a 377 estudiantes. 

El anfiteatro frente a la residencia de Pontoneros.
El anfiteatro frente a la residencia de Pontoneros.
Guillermo Mestre

Últimos trabajos para culminar la segunda fase de la residencia Pontoneros de Zaragoza. Las obras que está acometiendo la empresa Xior Housing Student en la calle de Madre Rafols y que permitirán alcanzar las 337 habitaciones, en las que se alojarán 377 jóvenes. El objetivo es que las instalaciones al completo estén operativas para este curso académico. El proyecto incluye la creación de un graderío natural que servirá de anfiteatro y que también muestra ya su aspecto final, a la espera de que el Ayuntamiento decida, en colaboración con la junta de distrito del Casco Histórico, si se cierra el acceso por las noches para evitar actos vandálicos. 

Este nuevo espacio público se encuentra en la plaza de José María Forqué y forma parte de las medidas con las que el Ayuntamiento quiere contribuir a la regeneración urbanística y social de la degradada zona de Zamoray-Pignatelli. En total, la futura residencia supone una inversión de 23,5 millones de euros y unos ingresos extra para el Consistorio de 8 millones en concepto de canon del derecho de superficie. 

La segunda fase se está acometiendo en el inmueble situado en Madre Rafols 8-19-12, en el edificio que albergó las viviendas de oficiales del cuartel de Sangenis. Está catalogado de interés monumental y del Patrimonio Cultural Aragonés, sobre todo por el valor de las fachadas, escaleras y algunos elementos decorativos.

Según indicaron desde el Área de Urbanismo, la excepcionalidad del edificio implica la recuperación de los solados, falsos techos y molduras originales, entre otros de sus muchos elementos. Es un proyecto singular porque en él conviven los inmuebles originales protegidos por Patrimonio, que conservarán muchos elementos singulares, con varios volúmenes de nueva construcción. 

El resultado es un edificio eficiente que contará con certificación LEED, permitiendo reducir en un 50% el consumo energético. Entre las numerosas zonas comunes que ofrecerá para la comodidad de sus usuarios destacan las salas de estudio y coworking, varias salas de conferencias, salas comunes con cocina, un comedor, un gimnasio o una lavandería.

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