urbanismo

Estudian cerrar por la noche el acceso al anfiteatro junto a la residencia Pontoneros

El Ayuntamiento y Xior valoran prohibir el paso a determinadas horas para evitar ruidos, molestias o consultas incívicas.

El anfiteatro frente a la residencia de Pontoneros.
El anfiteatro frente a la residencia de Pontoneros.
Guillermo Mestre

El Ayuntamiento de Zaragoza y la promotora Xior estudian cerrar el acceso a determinadas horas al anfiteatro que la empresa está construyendo frente a la residencia de estudiantes Pontoneros. El equipamiento, que se encuentra actualmente en obras en la plaza de José María Forqué, se utilizará como espacio polivalente para la celebración, entre otras cuestiones, de conciertos u obras de teatro en el barrio, y es una de las medidas que pretenden ayudar en la regeneración de esta degradada zona. No obstante, desde Urbanismo e Infraestructuras valoran ahora impedir el paso de los ciudadanos a determinadas horas para prevenir actos vandálicos o incívicos. 

Así lo ha expresado el concejal responsable del Área, Víctor Serrano, durante la comisión que se ha celebrado este miércoles. Lo ha hecho a preguntas del edil de Vox Armando Martínez, que ha compartido la "inquietud" de los vecinos ante la posibilidad de que pudiera cerrarse el acceso. "Han visto como se ha instalado una valla perimetral y les preocupa que eso pueda suponer que finalmente no sea libre, algo que nos comentan que fue un compromiso que les trasladó", ha expresado el también presidente de la junta de distrito del Casco Histórico. 

Serrano ha explicado que en un inicio se había previsto la construcción de un cerramiento "que era prácticamente ornamental" y que "no cumplía con estándares de seguridad". Sin embargo, actualmente "se está estudiando subir esa valla para que se pueda hacer ese cerramiento". "La intención no es otra que prevenir actos vandálicos o cualquier uso incívico, pero sin perder un ápice de que estamos hablando de un espacio público para todos los vecinos de Pignatelli y el Gancho", ha recalcado. 

Con todo, ha asegurado que la junta de distrito participará de cualquier decisión que se tome. "Lo haremos conjuntamente", ha dicho. También ha expresado que entre los vecinos existe, según ha podido saber, "la preocupación contraria, de que pueda convertirse en un espacio en el que pueda haber actividades no deseadas a determinadas horas de la noche". 

Los trabajos, según indican desde el Área de Urbanismo, ya están prácticamente finalizados, pero el equipamiento no se estrenará hasta que no acabe también la segunda fase de la residencia, en la calle de Madre Rafols. El graderío natural, que se encuentra donde antes había un solar tapiado, cierra al oeste la plaza de José María Forqué y servirá "de lugar de encuentro para los usuarios, la universidad y el barrio". 

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