Presupuestos de Zaragoza: los huevos en la cesta y el voto de Vox que se fue a Madrid 

El pleno de aprobación de las cuentas municipales refleja la polarización entre derecha e izquierda, que deja al Gobierno en minoría en manos del partido de Julio Calvo, que se ausentó.

Pleno para aprobar el presupuesto de 2024
Pleno para aprobar el presupuesto de 2024
Oliver Duch

"No hay que poner todos los huevos en la misma cesta". Se lo ha recordado la portavoz socialista, Lola Ranera, a la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, antes de la aprobación del presupuesto municipal de 2024. El rurún de las elecciones gallegas, que enturbia la relación de PP y Vox, socios en Aragón, se escucha, aunque bajito, en la plaza del Pilar, y tras el primer aviso de 'tumbar' la futura ordenanza de Movilidad ha llegado el segundo, este miércoles, con la ausencia en el pleno municipal de Julio Calvo, su portavoz. Aunque no ha tenido consecuencias, al PP le han sobrado dos votos para aprobar las cuentas, sí llama la atención que Calvo viajara a una reunión de partido en Madrid precisamente el día en el que se materializaba el pacto del presupuesto que presentó junto a Natalia Chueca el 26 de diciembre. 

No ha tenido que escuchar el de Vox a Ricardo Álvarez, de la Federación Aragonesa de Solidaridad, lamentar amargamente el tijeretazo en el presupuesto a la cooperación exterior, por petición de su partido. "No entendemos cómo pueden dar la espalda al mundo y al sufrimiento ajeno. El hambre aumenta: 735 millones de personas lo sufrieron, la pobreza se dispara", les ha recordado. Ha sido Eva Torres, portavoz voxista en Hacienda, quien le ha dado la réplica, con un 'Zaragoza First', al más vivo estilo Trump, 'Primero los zaragozanos'  y, si queda algo (que difícil parece), para el resto. También se han quejado las asociaciones de barrios, que sufren recortes, y representantes de stop plásticos, que piden un mejor reciclaje para que dejemos de comer, aseguran, casi una tarjeta de crédito al día. 

Los más incisivos reproches han llegado desde la oposición. En el salón de plenos se respiraba más tensión que amor; enturbiando una  jornada cualquiera que a años luz estaba de San Valentín, el Día de los enamorados. Que Eva Torres (Vox) y Elena Tomás (ZEC) se repelen como el agua y el aceite y que no se pondrán de acuerdo en los tres años y medio que, salvo sorpresa mayúscula, quedan de mandato todos en el pleno lo tienen claro. Torres ha asegurado que la influencia de Vox "servirá para frenar la aplicación del modelo de la Agenda 2030 en la ciudad de Zaragoza, un modelo de un Estado totalitario donde la gente solo vive de subvenciones y donde se dirige la vida de los ciudadanos, se compran votos y voluntades, y se quitan y se restringen las libertades. Y todo ello se hace bajo los mantras del feminismo, el ecologismo, la sostenibilidad y el cambio climático". En un completo resumen del ideario de Vox. 

Aunque respetando el minuto de silencio en recuerdo de los guardias civiles asesinados en Barbate que ha guardado el pleno, Tomás ha recordado que ZEC pidió que se guardara un minuto de silencio por cada fallecido en accidente laboral como "víctimas del capitalismo". Del presupuesto, ha criticado los ataques al tejido social con "máximas economicistas y xenófobas" y el aumento de ayudas a los "chiringuitos ultracatólicos" y a los toros. 

Ranera ha entregado en mano a la alcaldesa Chueca su presupuesto alternativo, y se lo ha vuelto a explicar. Ha celebrado que, por una vez, no hablara el PP sobre Feijóo y la amnistía, sugiriendo que quizá ahora no conviene, y ha recomendado a Tatiana Gaudes que, puestos a elegir un lugar para presentar un plan de limpieza en los barrios, descarte la plaza de San Sebastián, en pleno Centro. 

La más satisfecha del pleno, junto a la alcaldesa, era Blanca Solans, concejala de Hacienda, que  seguía a lo suyo, las cuentas, planeando sobre las polémicas. A PSOE y ZEC les ha reprochado que, con los intereses desorbitados de sus créditos (25 millones) y el sobrecoste energético, se podría haber pagado (casi) media Romareda. Y ha ido recitando una tras otras media docena de obras que saltaban con la izquierda de presupuesto a presupuesto hasta que el equipo actual y el de Azcón lograron ejecutarlas.

El máximo revuelo se ha alcanzado al final, cuando no han concedido a ZEC y PSOE un minuto extra para debatir dos enmiendas vivas que buscaban reforzar el control del pleno al Gobierno. Mientras se lo pensaba la alcaldesa, en la enésima polémica por la aplicación del reglamento, se escuchaba a la portavoz socialista decir "no quiero yo fastidiar a nadie". "Es un principio de equidad". Chueca, rotunda, le ha replicado: "Señora Ranera, que está en el salón de plenos, no en el mercado". Y acto seguido, los concejales han votado sin más sobresaltos. 

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